“Dio todo lo que tenía, siempre con la misma actitud en cada juego”, señaló el coach Larry Bowaal Philadelphia Inquirer. “He visto chicos juegan uno o dos años, y nunca hacen los ajustes necesarios. Pero este muchacho hizo los ajustes”.
Herrera llegó como jugador de la Regla 5, natural del infield, y terminó como el jardinero central de Filadelfia.
“Uno podía suponer que iba a batear, pero al final de la temporada estaba haciendo swing igual o mejor que a comienzos de año”.
“Nadie lo derrota”, intervino Juan Samuel, quien ha sido el coach más cercano al venezolano desde que llegó al equipo. “En la defensa, ha seguido mejorando cada vez un poco. Se tomó mucho tiempo para trabajar. Tiene todo el mérito”.
Samuel afirma que su pupilo nunca para de prepararse, desde que llega al estadio y a todo lo largo de la práctica de bateo. Por eso, no se sorprendió de verle llegar la semana pasada, junto a los pitchers y catchers.
“Ni siquiera tenía que estar aquí, todavía, y ya estábamos tomando prácticas de bateo”, le felicitó el dominicano. “Eso es una buena costumbre. Si eso le ayudó a llegar hasta acá, que bueno que siga haciéndolo”.
Herrera no tiene garantizado el jardín central, ante la contratación de Peter Bourjos, aunque se espera que termine manteniéndose en la pradera donde destacó en 2015.
“Quiero ser el centerfielder, por supuesto”, repostó él. “Pero si tengo que jugar en otro lugar, para ayudar al equipo, está bien. No tengo problema, siempre y cuando esté en la alineación”.
Ignacio Serrano