Bruce Rondón pasó de ser un notable prospecto en Detroit, a cerrador del futuro, a ligamenorista de nuevo y últimamente a jugador sancionado por su equipo, que le envió a casa antes de terminar la pasada temporada, en castigo por su actitud en el terreno, que no gustó al manager Brad Ausmus ni al resto de su cuerpo técnico.
“En el beisbol se aprenden cosas pequeñas cada día”, declaró el relevista, citado por Michigan Live. “Ese fue un momento difícil, pero estoy listo para seguir aprendiendo y seguir adelante”.
El apagafuegos está sano, luego de lanzar con Magallanes y enfermar de chikungunya durante el receso invernal. Ahora será setup de Francisco Rodríguez, pero no se pone desafíos personales frente a la obligación de rendir, después de un mal año.
“No siento presión”, aseguró. “Vengo a para hacer mi trabajo. Ellos toman las decisiones, pero yo estoy listo para darle”.
Espera haber dejado atrás la sanción que le impuso la novena y lo que eso significó, una vez que le acusaron de no jugar con intensidad.
“Fue difícil”, admitió. “Pero es un año nuevo. Estoy listo para ir”.
Ausmus tiene muy claro lo que desea de venezolano: “Queremos ver más madurez. Parece estar en un buen estado de ánimo. La temporada pasada queda en el pasado. Estamos esperando ver al hombre en quien creyeron los Tigres en los últimos tres o cuatro años, incluso antes de que lo subieran a las Grandes Ligas”.
Ignacio Serrano