Por Joaquín Villamizar
Historias del diamante
Hoy vamos a hablar de algunos tips de beisbol de Grandes Ligas entre 1955 y 1959.
Historias del diamante
Hoy vamos a hablar de algunos tips de beisbol de Grandes Ligas entre 1955 y 1959.
En 1955, los Dodgers de Brooklyn, que habían sido derrotados en sus siete Series Mundiales anteriores, ganaron al fin... ¡y a los Yanquis! El sello de la victoria, en el séptimo juego, fueron el pitcheo dominador del novato Johnny Podres y una atrapada histórica del leftfielder cubano Edmundo “Sandy” Amorós, en la cual convirtió en out un aparente extrabase de Yogi Berra con dos corredores en las bases.
El 14 de abril de 1955 hizo su debut en las Grandes Ligas el primer afroamericano que jugó con los Yanquis, el receptor y outfielder Elston Howard. En su primer turno detonó una línea de hit. En ese 1955 se obligó a todos los equipos a abrir en sus stadiums lo que se identifica hoy como “zona de seguridad” ante las bardas del outfield.
En 1956 aparecía el primer umpire en las Mayores en usar lentes, Frank Umont, de la Liga Americana, y dijo: “Tengo que usar de estos para que los jugadores no me engañen, ya que la mayoría son ladinos”. Fue en el juego inaugural de la temporada entre Tigres y Atléticos.
Después de la Serie Mundial de 1956, que en 7 juegos ganaron los Yanquis a los Dodgers, se retiró Jackie Robinson. Con promedio de bateo en 10 temporadas de .311, más 113 jonrones y 734 empujadas, tenía 37 años. Estaba entonces en la vía hacia el Salón de la Fama
En 1957, después del retiro de Jackie, luego de 10 años de su llegada a los Dodgers, los Filis fueron el último equipo de la Liga Nacional en aceptar un afroamericano en su roster. Lo fue, irónicamente, un joven llamado John Kennedy, tercera base, quien fue utilizado como corredor emergente el 22 de abril, en juego que perdieron 5-1 ante los Dodgers.
Kennedy apareció en 4 juegos más con los Filis y no se supo más de él en la Gran Carpa.
El 28 de mayo de 1957 los propietarios de la liga Nacional, aprobaron algo que escandalizó a los fanáticos de entonces, especialmente en Manhattan y Brooklyn. Desde el año siguiente, 1958, los Gigantes pasarían a San Francisco y los Dodgers a Los Ángeles.
El 28 de enero de 1958, el receptor de los Dodgers durante 10 años, Roy Campanella, sufrió un accidente automovilístico por el cual resultó con fractura de las vértebras cervicales... ¡quedó parapléjico! El vehículo patinó incontrolable sobre una carretera llena de nieve en Glen Cove, Nueva York. Campanella había cumplido 36 años y vivió desde entonces movilizándose sobre una silla de ruedas, hasta su muerte, el 26 de junio de 1993. Fue elevado al Salón de la Fama de Cooperstown en 1969.
Antes de llegar a las Grandes Ligas, en 1948, Campanella había sido estelar en las Ligas Negras durante 9 temporadas.
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El primer bigleaguer en cobrar 100 mil dólares por temporada en la Liga Nacional fue Stan Musial, outfielder de los Cardenales, que firmó su contrato el 29 de enero de 1958. Lo celebró arribando a los 3.000 hits conectados en la temporada de ese mismo año, el 13 de mayo. Era para entonces, apenas, el octavo en la historia con esa cantidad de incogibles.
El último equipo de las Mayores en contar con un pelotero afroamericano fue el de los Medias Rojas de Boston. Finalmente, el 21 de julio de 1959, debutó con ellos el infielder Pumpsie Green, cuando jugaban en Chicago. Hacía 12 años de la llegada de Jackie Robinson a los Dodgers y dos de haberse retirado.
Ahora les voy a contar una de las historias más curiosas del beisbol. Si creen que el juego no perfecto de Armando Galarraga tuvo un final decepcionante... lean esto: la noche del 26 de mayo de 1959, en Milwaukee, Harvie Haddix, pitcher zurdo y diminuto, pero fiero y competidor, estaba uniformado con los Piratas de Pittsburgh cuando lanzó 12 innings perfectos... ¡hizo 36 outs en fila!... pero lo más impresionante es que perdió el juego
Haddix nació en Springfield, Ohio, y terminó su carrera en 1965 con récord de 136-113, además de 3.63 de efectividad en 14 temporadas. Pasó a la historia por ese final de juego tan decepcionante.
Ese día dominó una alineación que incluía del segundo al sexto a bateadores como Eddie Mathews, Hank Aaron, Joe Adcock, Wes Covington y Del Crandall. Del otro lado, Lew Burdette permitió 12 hits en 13 innings, pero no le llegaron al home.
El Milwaukee County Stadium recibió esa noche a 19.194 aficionados. En los primeros 3 innings, con su violenta recta y su imbateable slider, Haddix hizo los 9 outs con 4 rollings, 3 flies y 2 ponches a Adcock y Burdette.
“Estábamos en el quinto inning, cuando vi la pizarra: ‘Estoy tirando un sin hits’, me dije”, contó luego, Haddix. “Pero no me daba cuenta que era un perfecto”.
En el noveno, Pafko fue ponchado, para el out 25 de manera consecutiva. John Logan, murió con elevado al left y Burdette fue ponchado. ¿Cómo perdió el juego este hombre?
Burdette, lejos del no-hit, pero autor de puros ceros, colgó su inning número 13. Y entonces, en la parte final de ese acto (luego de 12 perfectos), Haddix se enfrenta a su bateador número 37, el boricua Félix Mantilla, quien había reemplazado a John O’Brien en segunda.
El puertorriqueño conectó un rolling por tercera que parecía garantizar que la perfección se prolongaría. Pero, no. Don Hoak recogió bien la bola, pero su tiro no llegó a primera base. Era el primer corredor de los Bravos en todo el juego.
Mathews se sacrificó, llevando a Mantilla a segunda. Vino una base por bolas intencional a Aaron, para poner dos en base. Llegó Adcock al bate, que no había sacado la bola del infield en todo el juego, y conectó entre right y center, sobre la barda. ¡Jonrón! ¡Mantilla anotó! ¡Pero más nadie!
Después de pasar por segunda, Aaron se fue al dugout, seguro de que el juego se había terminado. Adcock, siguió su camino hacia el home, pero el batazo fue declarado doble, por la pifia de Aaron. El juego quedó 1-0. Dejados en el terreno.
Haddix, dijo después: “Estoy muy orgulloso de ese juego, yo era un muchacho de un pequeño pueblo que hacía buena historia en el beisbol. Sí, ¡muy buena!”. Es historia, amigos.
Joaquín Villamizar
Fuentes: Diario The New York Times, 1957. Cinco mil años de Beisbol por Juan Vené.