El Emergente
Por Ignacio Serrano
Hernán Pérez |
Teodoro Martínez voló en el centerfield del estadio José Bernardo Pérez, decapitando el posible extrabases. Ya había brillado en la final por su bate, instalándose en lo más alto del lineup. También su guante resultó decisivo en la conquista de Aragua.
Esa jugada estuvo a minutos de nunca ocurrir. Si el correo electrónico que notificaba el cambio de Martínez a las Águilas hubiera llegado a tiempo, en diciembre, tal vez la final contra Magallanes hubiera tenido otro resultado. O tal vez no. ¿Quién podría asegurarlo?
Los felinos buscaban un abridor venezolano a quien poner al frente de la rotación. Alguien con experiencia en las Grandes Ligas, disponibilidad en la postemporada y capacidad para ganar el séptimo juego de un playoff. Por eso ofrecieron a Martínez y Ronald Torreyes: para adquirir a Alex Torres.
La directiva de la LVBP negó el pacto, porque la notificación de los equipos llegó tres minutos tarde al despacho de El Recreo.
No importó el veto. Los bengalíes ya habían adquirido a ese lanzador, sólo que más de un año atrás.
Freddy García llegó a Maracay en otro acuerdo diferente, en abril de 2014. Le tocó iniciar el séptimo encuentro de la primera ronda de postemporada contra los Bravos y de nuevo el séptimo de la semifinal ante los Tiburones. Dominó ambas veces, como también dominó en su única incursión contra los Navegantes.
Los cambios de peloteros se han convertido en rutina para la afición aragüeña, desde que Carlos Guillén y su equipo de gerentes tomaron las riendas de los Tigres.
Muchos de esos convenios fueron impopulares. Buena parte de los miembros de la dinastía se marchó, ante la protesta de la fanaticada.
Salieron Alex Romero, Goyito Martínez, Héctor Giménez, Luis Maza, José Mijares, Ronny Cedeño, Oswaldo Arcia y Omar Poveda. También se marcharon los jóvenes Franklin Barreto, Orlando Arcia, Willians Astudillo, Luis Domoromo y los veteranos Rossmel Pérez y Gustavo Molina.
Por ellos llegaron Freddy García, Sandy León, Alberto Callaspo, Hernán Pérez, Eduardo Escobar, Avisail García, Ronald Belisario, Argenis Díaz, Alejandro Chacín y José Ortega, todos importantes en las últimas dos campañas, más los prospectos Luis Villegas y José Peraza.
No se trata de revisar pacto por pacto. Será en otra oportunidad. Se trata de constatar cuál ha sido el plan de vuelo de los bengalíes y su resultado.
El resultado está claro: Aragua fue tercero en el round robin semifinal de 2015 y conquistó la final de 2016.
Con excepciones, los cambalaches buscaron peloteros hechos, para ayudar de inmediato. Sólo Villegas, llegado por Maza, y Peraza, la pieza adquirida por Giménez, se salen de ese esquema, aunque este último seguramente habría recibido el chance de ser protagonista, de haberse reportado.
Los felinos entregaron talento a raudales. Algunos prospectos prometen brillar por muchos años, como Orlando Arcia. Y claro, está el punto de haber salido de los guerreros de la dinastía.
Los resultados respaldan tan agresiva política de cambios. Los grandes nombres permitieron lograr lo que buscaban: un roster potente, que les diera la corona.
¿Quiénes serán los próximos? ¿Yangervis Solarte? ¿Wilson Ramos? ¿O finalmente Martínez irá a las Águilas junto con Torreyes, para darle a los centrales un brazo más?
Pronto se sabrá.
Publicado en El Nacional, el martes 2 de febrero de 2016.