La final retoma fuegos hoy, después de su único día de descanso. Aragua y Magallanes necesitan dos victorias, tras sufrir bajas cruciales
El Nacional
MARACAY
Magallanes comenzó la final del beisbol venezolano como el ligero favorito de un duelo que prometía ir a seis o siete juegos. Tres días después, iba encaminado a una barrida.
Aragua estuvo a dos outs de quedar abajo con tres derrotas en tres salidas, mientras varias de sus figuras abandonaban el lineup y el manager Eduardo Pérez era obligado a ver los encuentros por TV. Hoy es un equipo inspirado, con chance de irse a Valencia con ventaja de tres por dos.
Así de cambiante ha sido el choque entre Navegantes y Tigres, una serie signada por las emociones, lo inesperado y bajas importantísimas que afectan a ambos equipos.
¿Hay un favorito?
El tope por la corona se ha reducido a una confrontación al mejor de tres partidos. Los turcos mantienen la ventaja de campo, pues cerrarán con dos cotejos en casa, de ser necesario. Pero los bengalíes tendrán la oportunidad de dar hoy un importante golpe sicológico, de barrer en Maracay y ponerse a un triunfo más del décimo título de la franquicia.
El Estrecho del Magallanes. La nave afronta una súbita tormenta. El cubano Félix Pérez no comienza a producir. Alex Romero y Frank Díaz bajaron el paso. Varios relevistas clave han recibido batazos, incluyendo al mismísimo Hassán Pena, que sigue sin anotarse salvados en finales de la LVBP.
“Hassán es humano”, recordó el manager Carlos García. Su yerro, además, importa menos. Lo lógico es pensar que en las siguientes ocasiones será el Pena habitual.
El verdadero problema ahora es la salud del camarero Luis Rodríguez. Súbitamente, la línea central de comienzos de enero está fuera, tras la enfermedad del center Ezequiel Carrera, la fractura del catcher Jesús Sucre y el desgarre del short Ronny Cedeño.
“En estas series, la clave es pitcheo y defensa, y Sammy Díaz tiene buen guante”, dijo García, mirando el vaso medio lleno. Pero el nuevo intermedista es novato y queda ver si ayudará con el bate.
“Necesitamos nueve peloteros que jueguen con el corazón y lo están haciendo”, subrayó el Almirante. “Lamentablemente, las lesiones son parte del juego y hay que ajustarse a eso”.
El Ojo del Tigre. Los Navegantes todavía parecen tener mejor pitcheo. Su rotación ha hecho más, en conjunto, y los relevistas han recorrido menos innings per cápita que sus oponentes. Pero los Tigres de pronto se alzan como la escuadra con mejor momento, gracias a sus dos emotivos golpes en casa. Y hay razones para esperar una mejoría de sus ases Austin Bibens y Marcus Walden.
Luis Ugueto, Teodoro Martínez y Guillermo Quiroz salieron de la banca para convertirse en los motores sustitutos del Chato Vázquez, Eduardo Escobar y Alberto Callaspo, que regresó al equipo, aunque sin saber si jugará.
“Se nos fueron piezas bastante importantes, pero estamos tratando de tapar esos huecos y salimos a buscar las victorias”, terció Carlos Sánchez, el refuerzo que no ha parado de batear. “A todos los que nos den la oportunidad, vamos a dar lo mejor. Gracias a Dios, hemos conseguido las victorias en casa”.
¿Hay un favorito? En esta serie de imprevistos, sólo queda ver qué pasa en el terreno.
Publicado en El Nacional, el miércoles 27 de enero de 2015.