José Yépez, el curtido receptor que defendió a los Cardenales en las últimas 15 temporadas y que finalmente acaba de anunciar su retiro del beisbol activo, agradeció su apoyo a los aficionados de los pájaros rojos a través de un comunicado y declaró su amor por la que fue su primera profesión.
“Desde niño comencé a jugar beisbol y siempre fue mi sueño hecho realidad”, declaró el Chato, que llegó a las Grandes Ligas y pasó una semana allí con los Marineros, aunque aquella vez no fue llamado a la acción.
Yépez formará para siempre parte de esa lista de bigleaguers criollos que, a pesar de tener el reconocimiento como tales por parte de las autoridades de la MLB, no lograron debutar. Le acompañan Luis Oliveros y Wilfredo Boscán entre quienes han estado en roster activo.
“Hoy quiero darle gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de cumplirlo” el sueño de jugar beisbol, escribió el ex catcher. “A mi familia, pieza fundamental en mi vida, quiero darle las gracias por nunca dudar en darme su apoyo durante estos 18 años de carrera profesional, en especial a mis padres, por creer en mí desde el primer día que decidí que el beisbol sería mi forma de vivir”.
“Este sueño también fue posible gracias a la directiva del Cardenales de Lara”, agregó. “Nunca olvidaré todas las oportunidades que me brindaron. Ffue un verdadero orgullo pertenecer a esta gran familia, siempre defendiendo nuestra camiseta. Para ustedes, mis respetos, afecto, admiración y profundo agradecimiento”.
“A la fanaticada, el patrimonio más preciado con el que cuenta nuestro equipo, quiero darle las gracias por ser parte de este viaje increíble con sus aplausos, gritos, críticas, risas y emociones nuestros sacrificios y triunfos”, señaló. “¡¡¡Son únicos!!! Siempre confié en ustedes, Dios los bendiga”.
“También quiero agradecer a todo el personal que labora en los estadios, equipos de prensa, narradores, patrocinantes, entrenadores y a mis compañeros peloteros, mis segundos hermanos”, comentó. “Crecer con ustedes fue algo realmente especial... A todos les digo que ha llegado la hora de retirarme con la satisfacción de haber cumplido con una de mis metas de vida, deseándole el mayor de los éxitos a esas nuevas generaciones que vienen en ascenso. Sigan trabajando duro”.
“Por último”, finalizó, “quiero decirles que siempre estuve enfocado en jugar lo mejor posible para ayudar a mi equipo a ganar y sin duda alguna mis mejores años los viví con Cardenales de Lara. Estoy ansioso por asumir nuevos retos en mi carrera profesional y para mí siempre será un honor llevar un Cardenal en el pecho. Gracias”.
Ignacio Serrano