El ex grandeliga Josh Bell fue noticia el viernes en el estadio Universitario, antes del encuentro entre los Leones y los Cardenales.
El recién llegado ambidiestro se uniformó por primera vez con el Caracas, paró su corpachón a la zurda y mostró el swing, con la intención de ponerse listo lo antes posible. Llevó algunas pelotas a lo profundo de los jardines, aunque sin sacarla del campo.
“Todavía me falta”, dijo con un mohín. “Estoy tratando de encontrar el ritmo”.
Vino en busca de un contrato en la pelota organizada y se quedará en Navidad.
“Está aquí como inventario”, explicó Miguel Ángel García, asistente de la presidencia para asuntos deportivos.
“No queremos hacer movimientos en el roster en estos tres días”, agregó el manager Alfredo Pedrique. “Debe esperar”.
Bell está dispuesto a hacerlo, porque desea ponerse en plena forma física. Y de preferir, quiere jugar en la inicial.
“Puedo cubrir algo de outfield y estar en tercera base, pero en primera estás envuelto en todas las jugadas y eso me gusta más”, razonó.
Le han hablado de Venezuela y de su nueva divisa.
“Me dijeron antes de venir que son los Yanquis de Venezuela”, señaló con conocimiento de causa, pues él mismo jugó con los neoyorquinos. “Y que los juegos (contra Magallanes) se llenan de gente, y hay un gran ambiente. Espero vivirlo”.
Ignacio Serrano