Por Ignacio Serrano
Es verdad que hay pactos antes y después de este mes. Pero la inminencia que impone el día 31, la última fecha para realizar canjes sin utilizar la línea de waivers, lleva a muchos equipos a acudir compulsivamente al mercado.
¿En qué influye eso de la línea de waivers, que obliga a muchos elencos a declararse en bancarrota deportiva apenas en mitad de campaña, convirtiéndose en vendedores?
Influye mucho. A partir de 1° de agosto, todo pacto en la MLB debe ser sometido a ese mecanismo. En dos platos: si dos escuadras acuerdan una transacción, una tercera puede entrometerse y reclamar en waivers el contrato del pelotero involucrado, estropeando la negociación original.
Los venezolanos aportan 11 nombres a la lista de rumores que han sonado o pueden sonar en las discusiones que conducen al 31 de julio.
Elvis Andrus (Rangers). Es un sospechoso habitual. Texas trata de negociarlo desde hace al menos tres temporadas, pero lo largo de su contrato y su discreta ofensiva actual hacen difícil que eso pase.
Oswaldo Arcia (Mellizos). Todavía es parte del futuro en Minnesota, pero el equipo ha estado ganando sin él arriba y por ello puede ser esa pieza que le consiga a los gemelos un jugador de experiencia para emprender la recta final.
Eduardo Escobar (Mellizos). Hace un mes se habló de la posibilidad de ofrecerlo a otra divisa interesada en un utility, aunque no batear lo mismo que en 2014 ha hecho bajar su valor en el mercado.
Carlos González (Rockies). Su equipo por fin parece decidido a escuchar ofertas y los Mets continúan interesados, pero su contrato es pesado y los problemas físicos de años recientes alejan a algunos potenciales compradores.
Jesús Montero (Marineros). Si no hay lugar para él arriba, a pesar de lo que batea en triple A, no sería un sinsentido que termine en otra divisa un día de estos.
Dioner Navarro (Azulejos). Ha pedido salir de Toronto desde el receso entre temporadas, cuando llegó Russell Martin a quitarle la receptoría. Varias escuadras buscan catcher, pero no producir a la ofensiva este año le ha restado atractivo.
Gerardo Parra (Cerveceros). Es una de las joyas del grupo. Puede declararse agente libre al final de la zafra y Milwaukee se ahorraría unos 3,1 millones de dólares en salario. Además, su guante es tan seguro y ha producido tanto, que más de uno ofrecerá buenos prospectos por él, comenzando por los Mets.
David Peralta (D’backs).Los Rojos trataron de adquirirlo en febrero y han aparecido nuevos rumores después de eso. Pero los desérticos parecen decididos a mantenerlo en casa, al igual que a Ender Inciarte, porque son jóvenes y están bajo control salarial a largo plazo. Ya se verá.
Martín Prado (Marlins). Es el típico candidato: tiene experiencia, juega en varias posiciones, su contrato es pesado para un mercado como Miami, en caso de no estar en competencia. Y los peces no lo están. Rumores indican, sin embargo, que su liderazgo ha puesto a pensar a su equipo, por lo que hay chance de que se mantenga a bordo.
Francisco Rodríguez (Cerveceros). Es otra joya. La pieza perfecta para un equipo interesado en agregar a un cerrador. Los Azulejos lo quieren. Pero su contrato no es excesivo y Milwaukee pudiera mantenerlo en el roster, como él quiere, si piensa competir en la temporada venidera. Es una duda que la gerencia debe resolver.
José Tábata (Piratas).Hace por lo menos dos años que tratan de enviarlo a otra novena, sin éxito. Lo enorme de su contrato y la cantidad de dinero que incluye lo han impedido hasta ahora, dado su rendimiento ofensivo en la gran carpa.
¿Quién de ellos cambiará de uniforme?
Publicado en Blog.Banesco.com. Revisa aquí el original.