HIT & RUN
Por Antonio “Toño” Soler
Orlando, Florida
Con el comienzo de la temporada en el beisbol profesional japonés, segundo circuito en importancia en todo el orbe solo después de las Grandes Ligas, dos de los más grandes peloteros del Zulia, el estado natal del único venezolano en el Salón de la Fama de Cooperstown, Luis Aparicio, pasaron a engrosar la lista de 277 latinoamericanos que han jugado en el circuito nipón desde 1955, cuando el cubano Roberto “Chico” Barbón rompió el celofán, según datos del prestigio portal www.beisboljapones.com. Hablamos de Gerardo Parra y José Pirela.
Parrita, nativo de Santa Bárbara del Zulia, fue el latino 275 y Pirela el 276 en ver acción en las ligas japonesas, según esta misma fuente, aumentando la cifra de venezolanos en esas tierras a 52 y elevando a 8 el total de representantes de las tierras bordeadas por el majestuoso lago de Coquivacoa, como también se le llama al famoso espejo lacustre que representa un icono de la zulianidad y de Venezuela en general.
Gerardo Parra con 33 años de nacido, llega al país del Sol Naciente con 11 años de carrera en las Mayores, en los que atesoró un título de Serie Mundial, dos guantes de oro y un premio Wilson a sus virtudes defensivas, por lo que su status de estrella le otorga un alto grado de compromiso para con su accionar en este segundo circuito de importancia en el beisbol de todo el mundo.
Llega además con el reconocimiento de haber servido de inspiración a los Nacionales de Washington para la consecución del título en la última temporada de la MLB, con una gran influencia dentro del clubhouse y entre la afición, aceptando totalmente su rol dentro del equipo, pero dando su aporte al mil por ciento, lo cual le fue reconocido por todos, e inspiró a su nuevo equipo, los famosos Gigantes de Yomiuri, a incorporar su “Baby Shark” a sus planes promocionales.
Parrita, quien además se ha destacado como un extraordinario colaborador para con sus semejantes en el municipio Colón y otras partes del Zulia, tendrá además la oportunidad de volver a jugar como regular, rol que no ocupaba a en la Gran Carpa desde 2015, cuando compartió campaña con los Cerveceros de Milwaukee y los Orioles de Baltimore.
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José Pirela nació en Valera, estado Trujillo, porque a sus padres, que son de la famosa tierra del tambor, Bobures, les quedaba más cerca ese centro asistencial que otro en su estado natal. Tiene el sentido de pertenencia de los nacidos en esa tierra, donde se adora al Santo Negro, San Benito de Palermo, tierra de grandes atletas sobre todo del atletismo en Venezuela, y llega al beisbol japonés con 30 años de nacido y 7 torneos de experiencia en las Grandes Ligas, sin poder establecerse allí.
El reto para el “Águila Negra”, como lo bautizara en el circuito radial de Águilas del Zulia su estelar narrador Joán Urdaneta, será establecerse como defensor de la tercera almohadilla de las Carpas de Hiroshima, porque su entrega y juego pimentoso le deben permitir conquistar los corazones de los fanáticos nipones, tal y como lo hizo en la LVBP.
Ambos han comenzado con buen pie en la reciente iniciada temporada en la pelota japonesa, esperando nosotros, que los hemos visto crecer como peloteros, que tengan tanto éxito en Japón como lo han tenido peloteros como Robert Marcano, el pionero entre los venezolanos en esas tierras, y Alex Ramírez, Alex Cabrera, o José Celestino López, quienes, cuando llegaron a ese país, no tenían el palmarés de Parra en la MLB, solo eran figuras en la LVBP.
Será hasta la próxima, Dios mediante.
(Toño Soler es un periodista zuliano con casi tres décadas de trabajo en los medios de comunicación. Su voz como comentarista del circuito de las Águilas es una de las más características, y su análisis uno de los más claros, en la LVBP. El Emergente comenzó a publicar su columna en 2020.)
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