Por Pablo Ocariz
@OcarizPablo
Antes de empezar, me gustaría decir dos cosas. Primero, dar muchísimas gracias a todos los que leyeron mi primer artículo sobre este tema, hace dos semanas. Es mi primero y me encantó leer los comentarios. Segundo, quería reconocer un dato incorrecto en esa nota: Dennis Eckersley no es el único relevista que ha sido el Jugador Más Valioso, dado que Willie Hernández lo fue en 1984 y Rollie Fingers en 1981. No razón que excuse el que se me haya escapado, fue error sobre un dato simple que ya conocía y que inexcusablemente pasé por alto. OK, ahora sí, vamos con el Kid Rodríguez.
La semana pasada introduje una pregunta, a modo de tesis, en referencia a quién es el segundo mejor apagafuegos en la historia del beisbol. ¿Por qué no el Kid?
Ya saben que busco al segundo mejor, no al primero del ranking, porque, bueno, Mariano Rivera existe.
Esta semana voy a utilizar otra herramienta para evaluar al Kid: su efectividad. Les mostraré estadísticas que demuestran no solamente que el Kid es el segundo mejor apagafuegos de la historia en este aspecto, sino que, además, está por encima de grandes lanzadores, abridores y relevistas, como Greg Maddux, Nolan Ryan, Randy Johnson y Cy Young.
Me gustan las estadísticas ajustadas. Me gusta que nivelan el campo a través de diferentes épocas y diferentes estadios. Son una evaluación más precisa que las estadísticas tradicionales, porque, seamos claros, era más fácil prevenir carreras para Bob Gibson en el “Año del Pitcher” (1968), en el que se anotaron pocas carreras en general, que lo fue para Pedro Martínez en la Era de los Esteroides.
Me gustan también que son simples y fáciles de entender. Si no las conocen, en todas las estadísticas ajustadas el valor se lleva a 100 y esa cifra es considerada el promedio en las Grandes Ligas. Cada punto por encima o por debajo es un porcentaje por arriba o por abajo del promedio en la MLB. Fácil, ¿no?
Bueno, vamos a hablar de la efectividad ajustada (llamada en inglés ERA+).
Este gráfico nos muestra la efectividad ajustada de los ocho mejores relevistas de la historia, según el trabajo que presentamos para abrir esta serie de artículos:
Nota al margen: Mariano es el líder de todos los tiempos (me voy a cansar de escribir eso) también en efectividad ajustada. Tiene 205, o lo que es igual, fue un serpentinero 105 por ciento mejor que el promedio de su tiempo en los estadios donde lanzó. El año pasado, los ganadores del Cy Young tuvieron 179 y 167, respectivamente. En una temporada. En la cual ganaron Cy Young. Casi 30 por ciento menos que Mariano en su carrera completa. Mariano fue… un buen lanzador, digamos eso.
Así que, bueno, ya hablamos de Mariano. No hay mucho que decir. Después de él, está Billy Wagner. En el primer artículo, expliqué que un Billy Wagner sano estaría cerca de Mariano, y su proximidad en esta categoría lo demuestra. Wagner realmente fue increíble. Esta estadística pudiese hacer creer que él incluso es el segundo mejor por mucho, pero en mis artículos por venir verán porque no estoy de acuerdo con eso.
Eckersley y Rich Gossage se ven heridos por sus últimos años, en los que no fueron muy buenos, pero sus torneos como superestrellas los mantienen a un nivel bastante por encima del average por sus carreras.
Después vienen Lee Smith y Trevor Hoffman. Ninguno tuvo una época de 3-4 años que infle su promedio, y tampoco tuvieron años a mayor edad que les tumben sustancialmente sus registros, a diferencia de Gossage y Eckersley. Ambos fueron, simplemente, muy buenos por toda su carrera. Justo debajo del nivel élite.
Después vienen el Kid y Joe Nathan. Ambos pegaditos. Casi idénticos. Separados nada más por 3 puntos a favor del taponero estadounidense. Lo interesante es que esa diferencia favorecería al criollo si no fuese por 2017. Usted quizás esté pensando: “Pablo, es solamente un año, no es posible que lo haya afectado tanto. ¿No?”. A eso les respondo: no subestimen la ineptitud de la gestión de los Tigres de Detroit en la época de Miggy.
No quiero dar la impresión de que los Tigres de Detroit de 2017 son el peor equipo en la historia del beisbol, pero si usted siguió a estos equipos, usted sabe que el manejo fue especialmente inepto. No voy a hablar de toda esa época de Detroit aquí, esto es un artículo sobre El Kid, no sobre Detroit. Pero en este caso sí afectó al Kid por una simple razón.
En 2017, Rodríguez tuvo efectividad por encima de 7 puntos. Tuvo ERA+ de 58. Y aun así, los Tigres de Detroit lo pusieron a lanzar 25 innings, la mitad de lo que normalmente tira. ¿Cómo justifica un equipo eso? ¿Por su pedigrí?
Si no fuera por ese año, el Kid estuviese en segundo lugar del ranking de los relevistas “humanos” (de nuevo, recordemos que Mariano es un extraterrestre). Como está ahorita mismo, está a tres, solo tres miserables puntos detrás de Nathan.
Esto no le hace justicia a la habilidad del Kid para prevenir carreras. Lanzó muchos más innings que Wagner y Nathan. Tuvo más oportunidad para empeorar. No, para hacerle justicia al caraqueño, tenemos que usar otro gráfico. Vamos a compararlo con todos los pitchers con tantos o más episodios lanzados en la historia del beisbol.
Ven a los más sobresalientes serpentineros en la historia con al menos 950 innings, agrupados en término de ERA+.
Mariano… bueno ya vamos a parar de hablar de Mariano. Ya saben dónde está.
Los siguientes dos probablemente están en los top 5, al buscar a los mejores pitchers de todos los tiempos. Ambos pudieran ser considerados “el más grande”, si no fuese por los problemas específicos de cada uno. Para Pedro Martínez, las lesiones; desde que se fue de los Medias Rojas de Boston a los Mets de Nueva York, con 32 años de edad, jamás volvió a ganar votos en la votación del premio Cy Young, y sólo tiró más de 150 innings una vez, las lesiones le quitaron su oportunidad a ser el número uno de la historia. Para Kershaw, y esto es tan conocido que ni siquiera usaré estadísticas para probarlo, es un desastre en la postemporada; así de simple.
En el cuarto puesto está Jim Devlin, que sumó sus 1.405 entradas en apenas tres campeonatos. Sí, tres, entre 1875 y 1877.
Después viene el Kid. Por encima de Maddux. Por encima de Ryan. Por encima de Young, de Sandy Koufax, de Johnson, de Clemens. Por encima de cualquier pitcher que pudiesen ustedes nombrar, está el apagafuegos caraqueño, Francisco Rodriguez. Esta estadística te da lo que necesitas. Solamente hay un relevista con su longevidad y su habilidad de prevenir carreras, y ese no cuenta porque es marciano. Sólo hay tres monticulistas que hicieron lo que hizo El Kid. Punto.
Aquí es donde vive y muere mi argumento. La mezcla de longevidad y habilidad del Kid es inalcanzable, a menos que seas el panameño. K-Rod tiró una temporada más que Nathan, y dado que su efectividad ajustada bajó seis puntos en esa última mala temporada, creo que es aceptable decir que haber lanzado una campaña más lo separa. Y dado que el Kid fue mucho más considerado para los premios (estuvo más veces en el top 5 y en el top 3 del Cy Young, más veces en el top 10 del MVP, ganó más campeonatos y, como verán en otra entrega de esta serie, fue un mejor ponchador), creo que también estoy justificado al decir que en general, la grandeza de Francisco está por encima de la grandeza de Joe.
Lo otro es que el criollo sumó 100 innings más que Wagner. Más o menos una temporada y media para un relevista. Yo sé que es casi imposible que en tan poco tiempo Wagner hubiese recaído tanto en su efectividad. Pero hay algo especial en tirar lo que tiró el Kid a ese nivel, desde tan joven. En haber hecho la entrada que él hizo en el 2002. En entrar explosivamente y salir explosivamente, en ganar una Serie Mundial en tu primer año en las Mayores, con cinco victorias en esos playoffs. Hay algo especial en batir el récord de juegos salvados en una temporada. Hay algo especial en el Kid.
Capaz usted piensa que es ridículo pensar en el béisbol tan románticamente, pero yo no lo creo así. ¿Cómo no puede uno ser romántico sobre el béisbol? Me fascinan los números (imagino que eso ya es obvio), pero capaz que también hay algo más aquí. La belleza de la entrada explosiva de K-Rod en la postemporada del 2002 —para mí es especial—.
Wagner no tiene nada parecido, no tiene una historia así de atractiva. Y en el siguiente capítulo de esta historia hablaré de por qué esa postemporada fue tan especial. Hablaré de lo que, para mí, le separa de la única persona que se le acerca en la disputa por la medalla de plata (la de oro es del alienígena Mariano), hablaré de Billy Wagner, y los voy a convencer que Francisco Rodríguez es el segundo mejor cerrador en la historia del beisbol.
Quiero dar las gracias a todos, de nuevo, y a Ignacio por publicarme, a pesar de mi joven edad. Este artículo llega una semana tarde, porque me quede atrapado con trabajos escolares, pero no volverá a suceder. Esperen un nuevo artículo en esta serie el próximo domingo.