El Emergente
Por Ignacio Serrano
Era cuestión de estar sano. Carlos González golpeó 26 jonrones en apenas 110 juegos en 2013 y era el líder de la Liga Nacional, cuando se lesionó y fue a la lista de incapacitados, frustrándose la que podía ser su mejor campaña.
El campeón bate de 2010 comenzó esta semana con 36 cuadrangulares, un tope personal, al frente de los principales sluggers del viejo circuito.
Las propuestas de cambio han aumentado, de acuerdo con las declaraciones que dio el gerente general Jeff Bridich al Denver Post, el fin de semana.
No será en esta zafra, porque no tiene caso; la norma impide que las nuevas adquisiciones a partir del 1° de septiembre vean acción en los playoffs. Pero quién sabe si después.
El zuliano cobrará 17 millones de dólares en 2016 y 20 millones más en 2017. Es una cantidad enorme de dinero, especialmente cuando se trata de una divisa, los Rockies, en un mercado pequeño, con un hueco casi irreparable en el staff de lanzadores y sobre abundancia de bateadores.
¿Jugará CarGo el año entrante en otro lugar?
Bridich confesó que “es difícil conseguir un compañero de baile”. Posiblemente haya escuadras que no se animan debido a la radiografía de sus numeritos.
González tiene una línea ofensiva de .298/.356/.634 cuando juega en casa y otra de .248/.304/.487 cuando está en la carretera. Batea para .300/.363/.647 cuando el pitcher es derecho y para .198/.234/.322 cuando es zurdo.
Esos números se han moderado ligeramente durante la reciente explosión del jardinero, pero son parte de una tendencia histórica. ¿Que no sería capaz de rendir con otra divisa? ¿Que le resultaría imposible sobrevivir ante lanzadores de su mano?
No hay modo de asegurarlo. Además, hay también un componente sicológico en el hecho de jugar como homeclub, lo que no debería menospreciarse.
Mientras alguien levanta la mano y ofrece un paquete atractivo a los Rockies, aquellas preguntas siguen sin responder y González se mantiene rumbo al cielo estadístico que siempre le auguraron los evaluadores de talento.
Ya no sale a robar bases, como hacía antes. Posiblemente decidió cambiar estafas por buena salud, al reducir el esfuerzo al que antes sometía las piernas.
El 17 de octubre cumplirá 30 años de edad. Está en el cénit de todo bateador. Su OPS ronda los .900 puntos y va camino a convertirse en el quinto venezolano con 40 vuelacercas en una zafra, emulando a Antonio Armas, Andrés Galarraga, Richard Hidalgo y Miguel Cabrera.
Vaya club. Así de buena es la temporada de CarGo.
Publicado en El Nacional, el martes 8 de septiembre de 2015.
El campeón bate de 2010 comenzó esta semana con 36 cuadrangulares, un tope personal, al frente de los principales sluggers del viejo circuito.
Las propuestas de cambio han aumentado, de acuerdo con las declaraciones que dio el gerente general Jeff Bridich al Denver Post, el fin de semana.
No será en esta zafra, porque no tiene caso; la norma impide que las nuevas adquisiciones a partir del 1° de septiembre vean acción en los playoffs. Pero quién sabe si después.
El zuliano cobrará 17 millones de dólares en 2016 y 20 millones más en 2017. Es una cantidad enorme de dinero, especialmente cuando se trata de una divisa, los Rockies, en un mercado pequeño, con un hueco casi irreparable en el staff de lanzadores y sobre abundancia de bateadores.
¿Jugará CarGo el año entrante en otro lugar?
Bridich confesó que “es difícil conseguir un compañero de baile”. Posiblemente haya escuadras que no se animan debido a la radiografía de sus numeritos.
González tiene una línea ofensiva de .298/.356/.634 cuando juega en casa y otra de .248/.304/.487 cuando está en la carretera. Batea para .300/.363/.647 cuando el pitcher es derecho y para .198/.234/.322 cuando es zurdo.
Esos números se han moderado ligeramente durante la reciente explosión del jardinero, pero son parte de una tendencia histórica. ¿Que no sería capaz de rendir con otra divisa? ¿Que le resultaría imposible sobrevivir ante lanzadores de su mano?
No hay modo de asegurarlo. Además, hay también un componente sicológico en el hecho de jugar como homeclub, lo que no debería menospreciarse.
Mientras alguien levanta la mano y ofrece un paquete atractivo a los Rockies, aquellas preguntas siguen sin responder y González se mantiene rumbo al cielo estadístico que siempre le auguraron los evaluadores de talento.
Ya no sale a robar bases, como hacía antes. Posiblemente decidió cambiar estafas por buena salud, al reducir el esfuerzo al que antes sometía las piernas.
El 17 de octubre cumplirá 30 años de edad. Está en el cénit de todo bateador. Su OPS ronda los .900 puntos y va camino a convertirse en el quinto venezolano con 40 vuelacercas en una zafra, emulando a Antonio Armas, Andrés Galarraga, Richard Hidalgo y Miguel Cabrera.
Vaya club. Así de buena es la temporada de CarGo.
Publicado en El Nacional, el martes 8 de septiembre de 2015.