Quieto en primera
por Alfredo Villasmil Franceschi
Una de las cosas que quería Francisco Cervelli era salud. El catcher de los Piratas de Pittsburgh estuvo con los Yanquis de Nueva York entre el 2008 y el 2014 y en la temporada que más juegos participó fue la 2010, cuando recibió 93 veces con los del Bronx. Aun recordamos aquellas palabras que nos dijo en Tampa, en la pretemporada de 2012. “Si estoy sano, que es lo único que quiero, voy a matar la liga”. Era la señal inequívoca de los que confían en sus condiciones.
Las lesiones lo han aporreado toda su vida; fue tanta la desesperación que hasta hubo de recurrir a los esteroides y ser suspendido en 2013 por 50 partidos por el uso de sustancias prohibidas. “Estaba desesperado”, dijo. “Sé que fue una mala decisión”, espetó en aquella oportunidad.
El valenciano tuvo el coraje de aceptar su culpa, cargar con el estigma de una suspensión por uso de exteriores y pidió disculpas por el error cometido. Luego de cumplida la sanción regresó, los Yanquis lo enviaron a Pittsburgh. Allí parece haber revivido y encontrado el punto justo que necesitaba para demostrar su valor. “Si estoy sano, voy a matar la liga”. ¡Vaya ritornello!
El pasado miércoles sonó su quinto triple de la temporada, se puso en .306 de promedio y llegó a 100 juegos por primera vez en su carrera. La salud no le ha jugado una mala pasada, hasta ahora, y todo parece indicar que se quedará en un equipo que va a los postemporada, por lo menos hasta ahora.
Miguel Monteronecesitaba jugar a diario. El catcher de los Cachorros de Chicago comenzó lento, pero se encendió. Cuando le dieron la confianza, cuando Joe Maddon lo puso todos los días detrás del plato, el caraqueño comenzó a funcionar. El pasado 14 de agosto bateaba .227, este viernes amaneció en .235. Durante todo este lapso ha sacudido tres jonrones y remolcado nueve carreras, más un OBP de .333. Otro buen ejemplo de aquel que tiene el deseo de siempre hacerlo bien.
Cervelli ha tenido un buen mes de agosto y este viernes amaneció con .306 de promedio. Es un receptor que tiene velocidad en las piernas, tal y como se desprende de sus cinco tribeyes conseguidos hasta los momentos en este 2015. Pero además ha sido un pelotero disciplinado en el plato. Un .388 de OBP muestra la evidencia de cómo se ha comportado el careta en estos días de verano.
Si tomamos su actuación ofensiva desde el 1º de este mes hasta el 27 de los corrientes nos percatamos de promedio para .333 (72-24), con tres dobles, otros tantos triples y un cuadrangular, más cinco remolcadas y 10 anotadas en 21 compromisos, de los cuales ha sido abridor en 18.
Hurdle dijo en días pasados que el venezolano había sido una de las partes fundamentales del éxito en esta temporada. Tenía la responsabilidad de sustituir a Russel Martin, quien no ha sido extrañado por los filibusteros debido al trabajo realizado por el venezolano en este 2015 tanto con el bate como con el guante. De hecho, dentro de los Piratas, en este momento, no hay un mejor bateador que Cervelli. El OBP del venezolano es el segundo mejor club (.374) y ha sacado al 22 por ciento de los corredores que le intentan robar.
Montero y el valenciano, son dos cátchers que seguramente se enfrentarán, si todo sigue como va en la Nacional, porque no debe haber ninguna sorpresa, en el juego por el comodín en la Liga Nacional. Son dos representantes de esa nueva posición que ha surgido en el país y que ahora nos identifica como en otrora los campocortos, la receptoría.
Listo, se acabó el juego.
En Twitter: @alfredvillasmil