Rafael Betancourt se convirtió esta temporada en el primer lanzador venezolano en las Grandes Ligas con más de 40 años de edad. Pero aunque el lugar común reza que la vida empieza después de ese onomástico, el sucrense se enfrenta a la posibilidad de ver terminada la suya como pelotero activo, después de ser sacado del roster por los Rockies, el domingo.
“No tengo resentimientos. No me siento triste”, le dijo Betancort a la agencia The Associated Press. “Si este es el fin, lo acepto".
El relevista oriental parecía haber completado un clamoroso regreso de la cirugía Tommy John, a la que e se sometió en septiembre de 2013. Pero en la segunda mitad de torneo su efectividad se infló, para quedar sobre seis puntos.
Betancourt, que comenzó su carrera como shortstop en las menores de los Medias Rojas, llegó a ser setup de los Indios y cerrador de los Rockies, y es uno de los pocos criollos que ha logrado una cosecha de 30 salvados en una justa de las mayores.
“Siempre he sido honesto conmigo mismo", razonó Betancourt. "Tengo 40 años y no estoy lanzando bien. Si (otro equipo le toma en waivers para usarlo en septiembre) estaré feliz de hacerlo, pero si no ocurre, estaré bien”.
El ex cerrojo de Colorado tiene 6.16 de promedio y ningún resentimiento aparente.
“En mi carrera di todo lo que tenía cada vez que salía al terreno", afirmó. "Puedo irme con la frente en alto y decir que siempre ofrecí lo mejor de mí. El beisbol no se detendrá”.
Ignacio Serrano
Ignacio Serrano