El Emergente
Ignacio Serrano
Diego Moreno |
El pacto que el viernes cerraron ambos equipos tiene algo de eso, aunque parte del paquete enviado a Maracaibo incluyera al veterano Jonathan Herrera, un ex grandeliga que ahora juega en México, con corto historial en Valencia.
Herrera, la pieza más sonora del trío que se muda a occidente, no jugó recientemente con los Navegantes. Una generación ascendente de infielders pide paso en el José Bernardo Pérez y varios guerreros de vieja data, como Goyito Martínez, Luis Rodríguez y Ronny Cedeño, permiten cederle sin ambages, si la carnada vale la pena.
Diego Moreno, sin duda, vale la pena. Lanzó el año pasado en las Grandes Ligas y quería pertenecer a un equipo con sede en el centro del país, para estar más cerca de su casa y amigos barloventeños. Pero ya volveremos sobre él.
Reinaldo López, la segunda pieza entregada a las Águilas, tampoco es un muchacho. Tiene 25 años de edad y está fuera del llamado beisbol organizado, en una liga independiente.
Se le vio poco con los bucaneros, ni siquiera nueve innings, y posiblemente algunos aficionados no repararan en él.
Tampoco habrán reparado en Mikey Edie, pues no llegó a debutar con los eléctricos. Pero es Edie quien pudiera convertirse en la pieza más valiosa entregada por los filibusteros.
Apenas tiene 19 años de edad y en 2016 posiblemente actuará en Clase A de temporada corta. En sus dos justas en Novatos ha mostrado contacto (.294 de average), disciplina en el plato (.401 de OBP), velocidad (24 robos en 89 encuentros), brazo (6 asistencias) y defiende el centerfield.
¿Se arrepentirán algún día los cabrialenses? ¿Será Edie como José Pirela, Alex Torres, Ernesto Mejía o Freddy Galvis? Es imposible predecirlo hoy. Todo prospecto tiene un alto margen de error, incluso los más cotizados. El tiempo dirá.
Moreno vale el riesgo, dado que quiere lanzar en la LVBP, tiene experiencia en las mayores y es un relevista probado.
Es controlado, lo que vale mucho en todos lados, pero especialmente en el Caribe. Tiene la herramienta del ponche, con más de uno por inning durante su recorrido en las menores. Puede lanzar el séptimo, el octavo inning, incluso cerrar.
Los Yanquis lo usaron en trabajos largos el año pasado y lo hizo con acierto. De hecho, así fue como se ganó el llamado a la MLB.
Moreno es una buena pieza y no a menudo están disponibles los pitchers como él. La gerencia magallanera hizo un buen negocio, en ese sentido.
Tiene dudas por despejar, ojo, porque el mirandino faltó al campeonato 2015-2016, debido a una lesión, y no le ha ido bien en Triple A esta temporada. Pero de nuevo, si está sano, vale la pena el riesgo.
Además, no llega solo. José Agrinzones es la apuesta de los carabobeños, un monticulista que apenas tiene una campaña en las menores, la pasada, en la que trabajó con 17 años de edad.
Agrinzones es la compensación que recibe el Magallanes por entregar a tres peloteros. Es una gema por pulir, un pitcher con buena velocidad, que debe trabajar en su control, hasta convertirse en verdadero lanzador.
¿Dieron mucho los Navegantes? Viendo lo poco que actuaron Herrera y López, no. Pero claro, la respuesta, al final dependerá de Moreno.
Publicado en El Nacional, el domingo 29 de mayo de 2016.