LIGAS MENORES
Juan Carlos Gutiérrez ha tenido un año de tropiezos y desafíos. En 12 meses, desde finales de la pasada temporada, ha ido a la lista de incapacitados, ha batallado con molestias en el hombro y ha pasado por tres organizaciones. La última, Washington, quizás sea la puerta de regreso a los primeros planos que hasta hace no mucho protagonizó.
Gutiérrez fue dejado en libertad por los Filis hace días, a pesar de estar lanzando bien en triple A. Tenía 2.88 de efectividad en 18 encuentros con el Lehigh Valley, principal sucursal de los cuáqueros. Contaba 19 ponches y 9 boletos en 25.0 entradas.
Ha sido difícil. Las lesiones sacaron al derecho del roster de postemporada de los Gigantes, le impidieron lanzar con el Caracas en la zafra 2014-2015 y no pudo llegar a tope al spring training.
Enviado a las menores por San Francisco, dejó 4.39 de efectividad en 14 apariciones. Y como no fue subido al equipo grande, pidió su libertad.
Con Filadelfia tampoco fue llamado. Pero este fin de semana llegó a un convenio con los Nacionales. Es un pacto de ligas menores, que depende de los exámenes físicos.
Un Gutiérrez sano y sin ataduras en roster de 40 estará disponible para unirse a los Leones en la LVBP. En el Universitario tendría un escenario para abrirse paso nuevamente en la pelota organizada.
Lo más importante, está sano. Y en 32 apariciones que ha hecho en triple A, tiene números más que aceptables, con una efectividad combinada de 3.66 y 48 guillotinados en 51.2 entradas, más 18 transferencias. Eso, sin olvidar que casi la mitad de sus presentaciones ocurrieron en la Liga de la Costa del Pacífico, un circuito de bateadores.
Ignacio Serrano