El Emergente
Ignacio Serrano
Las Águilas quedaron fuera de los playoffs en la temporada pasada. Es un resultado que justifica una razzia, una reestructuración para renovar el roster y presentar un equipo nuevo en la campaña 2016-2017, ¿verdad?
Puede ser. Pero Zulia también clasificó siete veces seguidas, antes de ese descalabro. No logró la ansiada meta de un título, pero se metió en enero, una y otra vez.
Ese equipo que asistió repetidamente al envite de la postemporada tuvo en sus abridores la clave de su consistencia: los importados Heath Totten, Josh Schmidt, Austin Bibens, sí, pero también Alex Torres, Yéiper Castillo y Wilfredo Boscán.
Los Tigres de Aragua construyeron su dinastía a partir de algo semejante: con un pitcheo estable, dotado especialmente de buenos iniciadores, como Josmir Romero, Horacio Estrada, Yorman Bazardo, Yohán Pino y Rosman García.
Dos de esos abridores rapaces ya no están. Súbitamente, lo que era profundidad se convierte en necesidad. ¿Cómo le irá a los occidentales, después de haber decidido tomar este camino?
Los occidentales han atendido dos necesidades importantes. Habían perdido en la receptoría, al entregar a Sandy León, y por eso tuvieron que salir en pos de Jesús Flores, que llegó de Anzoátegui junto con otro catcher, el joven Yohel Pozo, que agrega su nombre a futuro.
Ceder a León permitió conseguir a Alex Romero, indiscutiblemente uno de los mejores bateadores de la LVBP , que es zuliano, para mayor beneficio. Pero quedó ese hueco, muy evidente en la última eliminatoria.
Añadir ofensiva y solidificar la línea central se convirtieron en prioridades. Por eso entregaron a Torres, para añadir a los infielders Yangervis Solarte, Ronald Torreyes y agregar al joven centerfielder Herlis Rodríguez. Y por eso salieron esta semana de Castillo.
El panorama en Maracaibo es muy distinto ahora. Pero causa temor la pregunta sobre la próxima rotación. ¿Quiénes acompañarán a Boscán? Porque depender de importados es un riesgo que poco conviene en la pelota invernal de hoy.
Si el alto mando busca en la nómina, encontrará a Ramón García, Lino Martínez, Eduardo Pérez, Bazardo y varios prospectos por cuyos permisos debe pelear. Lo más realista es esperar que la gerencia tenga la habilidad y la suerte de contar con extranjeros que puedan asumir la tarea de meter a los aguiluchos en los playoffs.
La tarde del martes era lógico preguntarse, entonces, ¿por qué? ¿Por qué entregar a Castillo, si ya salieron de Torres? ¿Por qué arriesgarse a la inestabilidad que significa no tener suficientes abridores criollos?
Luego se conoció la respuesta del equipo: porque había motivos adicionales para salir de Castillo. Los cambios en Venezuela a veces se hacen por odio, aseguró una vez el legendario periodista Rodolfo José Mauriello.
El temor seguirá allí, al menos de aquí a octubre. Porque si había motivos para salir de uno, queda la duda sobre el otro, Torres, entregado poco antes.
Zulia tiene ahora una nómina capaz de causar temor con su potencial ofensivo. Eventualmente podría contar con Romero, Solarte, Torreyes, Flores, José Pirela y Alí Castillo.
Si todos juegan, el panorama será interesante. Pero aún será necesario estructurar un sólido staff de pitcheo. Será la dura tarea de las Águilas, en adelante. Tienen seis meses para atenderla.
Publicado en El Nacional, el jueves 28 de abril de 2016.