El Emergente
Por Ignacio Serrano
Ronald Torreyes |
González era una pieza ideal para la LVBP. No tenía perspectiva inmediata de convertirse en titular en la MLB, podía defender muchas posiciones y era una cara habitual en la pelota local.
Pocos seguidores de las Águilas quedaron satisfechos. Aunque el bolivarense se reportó para la 2012-2013, después del cambio con el Caracas, no jugó más después de eso.
Así que lo más importante hoy en el Zulia, después de que González fuera embarcado la semana pasada a Maracay, es saber si quienes llegan en el acuerdo por el infielder y el lanzador Alex Torres, toda una figura de la divisa, van a jugar y en verdad serán parte del futuro inmediato de la organización.
El convenio con Aragua, que involucró nada menos que a ocho peloteros, tiene una ventaja aparente para los occidentales, en cuanto a que recibieron a cinco y entregaron a tres.
Cedieron una pieza interesante, Jesús Alastre, prospecto aún a medio camino, chocador de bola y defensor del center. Recibieron a Hermis Rodríguez, otro prospecto del outfield, capaz de jugar en las tres praderas y casi listo para esta liga, luego de un bautismo de fuego en la 2015-2016 con los felinos y una zafra, esta, en la que posiblemente llegará a doble A.
Ni Alastre ni Rodríguez ni el shortstop Yeltsin Gudiño, el otro que pasó a los rapaces, son soluciones inmediatas para ambas novenas.
El futuro dirá si esta parte del negocio resulta la decisiva para una u otra escuadra. Por lo pronto, los dirigidos por Lipso Nava necesitan resultados en el corto plazo y eso implica que Yangervis Solarte y Ronald Torreyes jueguen, y que el relevista José Ortega pueda recuperar el nivel de sus tiempos con Magallanes, cuando llegó a las mayores.
Lo de Ortega tiene doble importancia: en esta liga cuesta entregar pitcheo. Por eso, de su brazo depende que se compense parcialmente la salida de alguien tan valioso como Torres.
En el estadio Luis Aparicio tendrá una oportunidad para reverdecer lauros. Es un escenario ideal para obtener mejor números en la loma. Tendrá la oportunidad de demostrar que, a pesar de haber recalado en México, todavía está en capacidad de marcar diferencia aquí.
Solarte es el tercera base titular de los Padres. Si se consolida allí, comenzará su alejamiento definitivo de la LVBP, por razones justificables. Torreyes es utility de los Yanquis. Pudiera colarse en el día a día de los neoyorquinos, si batea mucho, pero en principio su papel allá será el de un suplente, lo que le deja más cerca de debutar en Venezuela.
Puesto que González era únicamente una mención en el papel, y nada más, para las Águilas la clave está en lo que reciben al ceder a Torres y Alastre. Y a la espera de Ortega, y suponiendo que Rodríguez será capaz de llenar el hueco dejado por su colega prospecto, el foco queda puesto sobre Solarte y Torreyes.
Dice la gerencia que ambos van a jugar. Ojalá sea así, por el bien del equipo y del espectáculo. Si lo hacen, Zulia reafirmará la línea central, potenciará su ofensiva y será un competidor en la 2016-2017. Si no, se repetirá la historia que comenzó en 2012, cuando entregaron a Gerardo Parra por un infielder que al final jugó muy poco.
Es un panorama muy complicado, en realidad. ¿Se darán las cosas para los occidentales? Porque todo cambio que involucra a grandeligas en la LVBP resulta hoy una apuesta. El tiempo nos dirá si los rapaces ganarán la suya.
Publicado en El Nacional, el miércoles 20 de abril de 2016.