El Emergente
Por Ignacio Serrano
Los Tigres de Aragua sumaron a Marwin González, Alex Torres y un prospecto. Entregaron a Yangervis Solarte, Ronald Torreyes, José Ortega y dos prospectos. ¿Son mejores ahora, como proclama su alto mando? ¿O se desmantela el campeón vigente, según algunas voces agoreras?
El primer contraste es engañoso: los felinos cedieron a tres jugadores con experiencia en las Grandes Ligas para adquirir dos, y enviaron a las Águilas del Zulia a un par de jóvenes valores, para recibir uno. Hay un claro desbalance numérico.
El cambio tiene múltiples aristas. Hoy lo abordamos exclusivamente desde la óptica de los bengalíes. Luego lo haremos desde la acera occidental.
Solarte y Torreyes son bigleaguers en ejercicio. Valen mucho, en teoría, y se justifica la actitud de una parte de la fanaticada, lamentando su envío a Maracaibo.
La pregunta que cabe aquí es: ¿cuánto aportaron en la conquista de la corona? Porque los centrales son el único elenco que puede evaluar sus planes a partir de ese logro. ¿Fueron fundamentales ambos bigleaguers en el triunfo sobre Magallanes en la final?
Es obvio que no. Solarte no jugó en la campaña 2015-2016 e incluso pidió ser cambiado, al considerar una falta de respeto que nadie le preguntara su opinión antes de entregarle el número 12, su número, al manager Eduardo Pérez. Y Torreyes nunca debutó con los rayados, ni existía perspectiva de que fuera hacerlo.
Ninguno es pérdida, en ese sentido, por más que el primero sea tan útil por su versatilidad y haya formado parte de la segunda mitad de la Dinastía, aunque casi tangencialmente.
Ortega sí lanzaba aquí, estuvo en las mayores entre 2012 y 2014, tiene 27 años de edad y es pitcher. No era, sin embargo, un imprescindible. Desde que llegó procedente del Magallanes, en otro cambio, puso 5.32 de efectividad en dos campañas con los Tigres y no fue usado por Pérez en enero último, cuando los playoffs arreciaban.
La cuenta del debe-haber, por todo esto, se remite a los dos prospectos que dejan la divisa: Herlis Rodríguez y Yeltsin Gudiño.
Rodríguez es un buen defensor del outfield, puede cubrir el center, es veloz y ha mostrado contacto. Todavía no saca provecho a su rapidez, para convertirse en robador, ni ha desarrollado poder o selectividad en el home. Si no lo consigue, no triunfará. Pero aún es joven, tiene 21 años de edad.
El patrullero es prescindible, gracias a la presencia de Ezequiel Carrera, Teodoro Martínez, Ramón Flores, Avisail García, Wuilmer Becerra y Carlos Tocci, por no hablar de los prospectos que vienen más abajo.
En esa nueva generación de valores en ascenso está, por cierto, Gudiño. Fue una firma importante en el proceso de Julio 2 hace tres años, pero aún no florece; tiene 19 años de edad y ha bateado para .169/.238/.226 en sus dos temporadas en categoría de Novatos.
Aragua perdió cinco nombres, pero ninguna pieza importante en su éxito reciente ni en los planes inmediatos. Agregó a un buen pitcher, que siempre ha lanzado en la LVBP, y a un utility que puede marcar diferencia, si juega. Además, tomaron a Jesús Alastre, que tiene una línea de .301/.387/.360 en las menores y sólo 19 años de edad, que es rápido y defiende el center.
Es un buen cambio para los felinos, sin duda. Y lo será más si juega González. Ya se verá.
Publicado en El Nacional, el martes 19 de abril de 2016.