El Emergente
Ignacio Serrano
Jhoulys Chacín tenía 25 años de edad cuando, en 2013, vivió su mejor temporada en las Grandes Ligas.
Aquella vez estuvo a punto de imponer un récord de efectividad para un pitcher abridor de los Rockies. Al final, luego de parpadear en septiembre, cerró con 3.47, que es el segundo mejor promedio de carreras limpias para un pitcher de Colorado con al menos 162 innings lanzados en un campeonato.
Únicamente el dominicano Ubaldo Jiménez, con 2.88 en 2010, ha conseguido con ese uniforme algo mejor que el zuliano.
Recordemos lo difícil que es lanzar la mitad del tiempo en Denver: la pelota vuelta, a 1.600 metros sobre el nivel del mar, y las bardas están puestas más lejos, para moderar la cifra de jonrones, lo que facilita los dobles y los triples, al ampliar los callejones.
En ese ambiente hostil, Chacín creció hasta convertirse en la promesa de as que soñaban los rocosos cuando le firmaron.
Entre 2010 y 2013 tuvo una efectividad ajustada de 128. Eso significa que su registro fue 28 por ciento mejor que la media de la Liga Nacional, a pesar del Coors Field.
Ese fue el monticulista que se lesionó el hombro en 2014, que fue dejado en libertad hace dos entrenamientos primaverales y que a finales de 2015 consiguió contrato de ligas menores con invitación al Spring Training, con los Bravos.
En Atlanta apostaron por Chacín. Quizás toque apostar hoy por su regreso en firme.
Las lesiones en el hombro son las más complejas para un serpentinero. Las que más tardan en sanar y las que pueden dejar peores consecuencias, restando poder en la recta, a veces de manera definitiva.
Freddy García dejó de ser un número uno de rotación cuando se lastimó el manguito rotador. Johan Santana perdió su estatus estelar debido a dos cirugías en la cápsula.
Chacín apenas ha lanzado un juego con los Bravos, muy poco para sacar conclusiones. Pero tiró la recta a 88,8 millas por hora, cerca de su velocidad en 2013 (89,8), siendo que todavía debería incrementar un poco más ese registro, conforme avance la zafra.
“Quiero demostrar que estoy sano”, comentó el derecho, después de su sólida apertura en blanco contra los Nacionales.
Un Chacín en plenitud de condiciones debería tener la capacidad de brillar. Hay un dato que lo revela: únicamente cuatro venezolanos con al menos 700 innings lanzados en las mayores tienen efectividad ajustada de 120 o mejor.
El marabino es uno de esos cuatro, con 121. Los otros son Francisco Rodríguez (155), Santana (136) y Félix Hernández (128). Notable, ¿no?
En aquel 2013 en que parecía despegar como figura, Chacín tuvo un WAR de 5,8. Eso es realmente notable.
Algunos lectores tal vez no estén todavía acostumbrados al WAR, el baremo que pone juntas todas las cifras de un pitcher, para expresar su valor en una sola cifra. Pero seguro coincidirán en lo que eso significa, al precisar que únicamente Santana, Hernández, Aníbal Sánchez y Carlos Zambrano han tenido una temporada de 5,8 de WAR o más.
Ese fue el tirador que se lesionó el hombro, que perdió su lugar en la rotación de los Rockies y que desde entonces busca un camino de regreso al rol protagónico.
¿Recuperará el tiempo perdido? ¿Podrá convertirse en un grande de Venezuela?
Parece haber fortalecido el brazo y tiene 28 años de edad. Es una apuesta que vale hacer.
Publicado en El Nacional, el viernes 15 de abril de 2016.