El Emergente
Por Ignacio Serrano
Carlos González viene de una de sus mejores temporadas en las Grandes Ligas. Entró al club de los venezolanos con más de 40 jonrones en una zafra, un grupo en el que apenas hay cinco nombres. ¿Qué le espera en 2016?
Si repitiera la cosecha, y la historia demuestra que no es fácil, ingresaría a una lista todavía más pequeña: la de los toleteros criollos con al menos dos cosechas sobre 40 cuadrangulares.
Únicamente Miguel Cabrera y Andrés Galarraga lo han hecho. Es un desafío que ni Antonio Armas ni Richard Hidalgo pudieron completar.
Al zuliano le faltan 24 vuelacercas para convertirse en el séptimo nativo con 200 estacazos de vuelta completa en su carrera. Pero hay algo que le separa de casi todos los que han conseguido ese objetivo: la edad.
CarGo cumplió 30 años de nacido en octubre. En teoría, está en la mitad de su trayectoria. Pues bien, el único miembro de la expedición nacional con dos centenares de bambinazos a esa edad fue Cabrera. Armas, el segundo más joven en cruzar la raya, lo hizo a los 31.
El dato habla bien de este marabino de excepcionales condiciones, cuyas cinco herramientas le cobraban un peaje de lesiones y cansancio. Ya no defiende el jardín central de los Rockies y casi no roba almohadillas, para moderar el riesgo de las dolencias físicas.
Entre 2011 y 2014, nunca disputó más de 135 compromisos. Los 153 que jugó el torneo pasado son un tope personal y una muestra de lo que puede hacer cuando está saludable.
Necesita 22 hits para los 1.000, 9 tubeyes para los 200, 30 anotadas y 46 impulsadas para las 600 en ambos renglones. Todavía son números relativamente discretos. Pero a su edad, se ven distinto.
Únicamente cuatro compatriotas han acumulado esas cifras redondas a los 30 años. Son cuatro de los mejores bateadores de todos los tiempos en nuestra pelota. Uno es Cabrera, por supuesto. Los otros son Magglio Ordóñez, Bob Abreu y Edgardo Alfonzo, cuyo impulso en la MLB estaba por terminarse cuando los tres lo hicieron, coincidencialmente en 2004.
En el patio donde juega, Colorado, sólo lo han hecho Todd Helton y Troy Tulowitzki. Y Helton es el único que, además, lo hizo con 200 jonrones a cuestas. Lo que nos lleva rebuscar en la huella del occidental en la franquicia de la que es símbolo y figura.
CarGo va camino a ser el quinto jugador de los Rockies con 200 vuelacercas, y si llega allí, casi de inmediato podrá apoderarse del cuarto peldaño, donde espera Dante Bichette, con 201.
Será el sexto jugador de los rocosos sobre 600 anotadas y también el sexto con otras tantas empujadas. Pero será únicamente el tercero que además incluya el centenar de bases robadas, que ya tiene. Larry Walker y Bichette forman, por ahora, ese pequeño club.
González tendrá el reto, además de quebrar sus tendencias históricas frente a pitchers zurdos (.530 de OPS contra .997 ante derechos) y en la carretera (.758 vs. 972). Ambas brechas son muy hondas, aunque la última se deba en buena medida a que salir del Coors Field, tras una semana seguida viendo rectas y quebrados con menos movimiento, debe adaptarse sin mayor transición a cómo rompen los pitcheos a nivel de mar.
Con o sin eso, igual la botó 40 veces el año pasado. Y si esta temporada repite, remachará su grandeza. En Denver y en Venezuela.
Publicado en El Nacional, el martes 22 de marzo de 2016.