El antiguo prospecto Balbino Fuenmayor llama la atención en el complejo de entrenamiento de los Reales de Kansas City, en Arizona, mientras disfruta de esta primera experiencia en el Spring Training de Grandes Ligas.
“Me perdí siete meses debido a la lesión”, dijo el toletero derecho a LasMayores.com. “Pero ahora estoy entusiasmado de volver a jugar. Estoy bien contento”.
Fuenmayor trituraba la categoría Doble A y estaba muy cerca de ser llamado a la gran carpa el año pasado, cuando se lastimó gravemente la rodilla y debió ser operado.
Hoy todo es diferente. Está saludable, hay grandes expectativas en la organización y los medios hacen fiesta con su poco común nombre de pila.
“Sé que en Estados Unidos a todo el mundo le gusta mi nombre, porque es tan parecido a Bambino”, admitió el toletero. “Estoy contento por eso y que me digan El Gran Balbino. Mi bisabuelo se llamaba Balbino, al igual que mi abuelo y mi padre. Mi hija tiene tres años y se llama Camila. Pero si tengo un varón, se llamará Balbino.
La lucha de Fuenmayor también cautiva a los medios. Pasó de gran prospecto a ser despedido y está regresando un muy buen tono.
“Cuando (los Azulejos me dejaron libre), me familia me brindó apoyo y me dijo que debía luchar por otra oportunidad, recordó. “Entonces, decidí seguir con mi sueño de jugar en Grandes Ligas. Empecé otra vez en Venezuela y cambié mi mentalidad. Dejé de pensar que cada turno debía ser un jonrón de 500 pies. Comencé a pensar en poner la bola en juego”.
Así reencontró el camino. Así llegó a su primer Spring Training de la MLB.
Ignacio Serrano