El Emergente
Por Ignacio Serrano
El mejor relevista venezolano de todos los tiempos ya estrenó uniforme y emprendió el camino que le puede conducir a nuevos logros y récords.
Francisco Rodríguez ha llegado a un punto en su carrera que casi todo lo que sume será histórico. Muy pronto lo probará, una vez que dé inicio la nueva temporada de las Grandes Ligas.
El caraqueño cerró 2015 a unos pocos pasos de dar alcance a Dennis Eckersley, uno de los cerradores más célebres del beisbol. Tiene 386 salvados y Eck se despidió con 390.
Casi inmediatamente después, el Kid se convertirá en el pitcher más joven con 400 salvados en las mayores. Será una hazaña consistente con otras semejantes, pues también fue el más joven con 150, 200, 250, 300 y 350.
Rodríguez ha seguido cumpliendo años, no faltaba más. Ya no es aquel niño que asombraba por precoz. Tiene 34 años de nacido. Pero aunque mantiene mejor ritmo que dos monstruos, Mariano Rivera y Trevor Hoffman, futuros inmortales, el verdadero desafío está por comenzar para él.
Es posible que esta misma campaña escale posiciones en el ranking universal hasta muy cerca de la cima. Si ronda los 40 rescates, una cifra plausible, va a superar a Eckersley, a Billy Wagner (426) y John Franco (424). Es sorprendente. Ningún venezolano se ubica entre los cuatro mejores en alguna estadística acumulada en la MLB. Él podría estar allí tan pronto como en septiembre.
Únicamente hay tres lanzadores por arriba de los 424 salvamentos de Franco. Rivera y Hoffman ocupan la cima, por supuesto, con más de 600, y el otro es Lee Smith, con 478. A este paso, no le dará caza a Smith antes de 2017. Pero, como decíamos, el reto real para el derecho criollo apenas está por comenzar.
Ya es el mejor relevista del patio, libra por libra. Ugueth Urbina, Kelvim Escobar, Rafael Betancourt, Edward Mujica, Jorge Julio, todos están a su vera. Ahora el contraste es con los mejores de todos los tiempos.
¿Podrá llegar Rodríguez a ese sitial donde se ubican Rivera y Hoffman?
Necesita 214 salvados para redondear 600. Son palabras mayores. Visto de otro modo, requiere preservar 35 victorias durante seis temporadas más y todavía le faltarán 4.
¿Ya sacaron las cuentas? Hablamos de rescatar 35, campeonato tras campeonato, hasta que cumpla 40 años de edad. Así de inconmensurable es la grandeza de Rivera y Hoffman.
Que pueda llegar tan lejos depende, en parte, de lo que pueda hacer para reinventarse ahora. Rodríguez es un maestro de la novedad. Nadie en la expedición venezolana aplica mejor aquello de “hacer el ajuste”, frase tan manida por los peloteros profesionales.
Para el diestro, hacer el ajuste es presentar una novedad a sus oponentes, cada año. Hace rato que dejó de ser un pitcher de poder; su recta toca apenas las 90 millas por hora y, sin embargo, sigue ponchando a un rival por cada inning lanzado, una marca de excelencia. ¿Por qué?
Por esa capacidad para “hacer el ajuste”. Por aprender un pitcheo nuevo o depender de un envío distinto al pasado. Por esa habilidad para reinventarse, al punto de seguir haciendo que los adversarios se pregunten con qué vendrá esta vez.
El Kid ahora es dueño de uno de los mejores cambios de velocidad. Sigue siendo un cerrador de élite. Y espera demostrarlo en Detroit, con nuevo uniforme.
Publicado en El Nacional, el viernes 26 de febrero de 2016.