José Martínez aprovecha su estancia con los Tigres en la Serie del Caribe para ayudar a su hermano retomé su carrera en Estados Unidos como lo hizo él
El Nacional
José “Cafecito” Martínez llegó a tener un pie fuera de los Tiburones en la temporada 2013-2014. La actitud era la principal amenaza de su carrera. Ya había perdido la etiqueta de prospecto y se convirtió en un jugador de liga independiente.
El hijo mayor de Carlos “Café” Martínez estaba en un limbo. Ni el bate ni la defensiva en los jardines correspondían a las expectativas generadas cuando fue firmado por los Medias Blancas, la organización con la que su padre llegó a las Grandes Ligas.
“Pero yo nunca dejé de confiar en mis condiciones”, recuerda sentado en el dugout de la izquierda del dugout del estadio Quisqueya Juan Marichal de Santo Domingo, capital de República Dominicana, donde refuerza a los Tigres en la Serie del Caribe 2016.
Esa confianza le permitió a “Cafesito” tomar un segundo aire para convertirse en figura de La Guaira y llegar a ganarse un puesto en el roster de 40 de los Reales, luego de quedar campeón bate en la Liga de la Costa del Pacifico, clasificación triple A, en 2015.
“Tuve momentos en el que nadie me nombraba, nadie sabía quién era yo y de un momento a otro estoy en roster de 40, que era lo que quería desde niño, pero se había hecho difíciles por tantas lesiones y problemas”.
Por supuesto, José ahora suele estar rodeado de periodistas, su foto sale con más regularidad en las páginas de los principales diarios de Venezuela y disfruta la primera experiencia en un certamen caribeño.
“He madurado y las cosas están cambiando”, apunta.
El cambio en la actitud de José se percibe a simple vista y tiene la capacidad de diferenciar lo que puede convenirle y lo que puede atentar con el éxito que está teniendo.
Dicha transformación es clave para convertirse en guía de su hermano Teodoro, quien se encuentra batallando para superar una cuesta empinada, al encontrarse sin contrato para jugar en Estados Unidos, después de ser prospecto de los Rangers de Texas.
“Siempre le digo que se debe tener la frente en alto. En el beisbol hay muchas personas que te pueden ver. En este torneo te abre puertas porque hay muchos scout anotando en un papel. Yo sé que después de que quedemos campeones, con el favor de Dios, Teodoro tendrá buenas noticias”, augura.
José está agradecido con los Tigres por la oportunidad que le dieron de disputar la Serie del Caribe, pero también aprovecha el compartir clubhouse y uniforme con su hermano para ayudarlo en cada momento.
“El es una de personalidad diferente a la mía y eso lo dicen los propios jugadores de Aragua. A veces es muy cerrado y eso tendría que mejorarlo”, admite.
“Él está haciendo un gran esfuerzo por mejorar”.
“Para mí ha sido un orgullo estar con mi hermano y ganar. Estamos compartiendo en el hotel, hemos hablado mucho en el outfield. Me ha ayudado, me ha dado muchos consejos”, precisó Teodoro, quien esta misma temporada estuvo cerca de cambiar de organización en la LVBP.
El primer destino fue Magallanes y luego estuvo involucrado en el cambio no autorizado por la liga que mudaba a Alex Torres de Zulia a Aragua.
“Lo que ha hecho en el beisbol ha sido por meritos propios, porque nadie lo ha ayudado. Ha sabido defenderse. Todos hemos pasado por un mal momento y el está pasando por uno”, prosiguió.
“Pero está muy joven, y confío en sus habilidades y profesionalismo para seguir en este deporte”.
Publicado en El Nacional, el viernes 5 de febrero de 2016.