Pese a los errores de la defensa, los Tigres se apoyaron en los relevistas y el bateo oportuno para triunfar en su último juego de la ronda clasificatoria de la Serie del Caribe
Víctor Gómez
El Nacional
Los Tigres pusieron ayer a Ciego de Ávila contra la pared en la cuarta jornada de la Serie del Caribe, luego de triunfar por 3-1, en un encuentro donde el campeón venezolano se vio en apuros porque la defensa volvió a quedar en deuda.
Aragua terminó el juego con cuatro errores, incluido uno del primera base Luis Ugueto en la novena entrada que le permitió a los cubanos colocar el empate en circulación.
Sin embargo, el cerrador Ronald Belisario apretó el brazo para mantener la ventaja y permitirle a Aragua avanzar a las semifinales en el segundo peldaño de la clasificación con tres victorias en cuatro presentaciones Los antillanos, en cambio, regresan hoy al estadio Quisqueya Juan Marichal, en Santo Domingo, con la necesidad de vencer a República Dominicana para ganar el último boleto que da acceso a la siguiente ronda, tal como sucedió hace un año en San Juan, donde terminaron alzando la corona.
Ahora bien, las probabilidades de que Cuba vuelva a aprovechar las bondades del actual formato del certamen caribeño son bajas por la exhibición que han dado en los primeros tres encuentros. La transformación debe ser total.
El conjunto venezolano no contó con una ofensiva despiadada, hubo imprecisiones al momento de correr las bases y el abridor Alexis Candelario solo pudo trabajar dos entradas. Pese a todo, los cubanos no aprovecharon ni al bullpen, ni las pifias de los guantes aragüeños.
"No fue un juego bonito, pero mientras se gana estamos bien", reconoció el manager Eduardo Pérez. "Tenemos que mejorar muchas cosas, aunque estuvimos un poco más relajados", precisó el estratega.
El receptor Sandy León remolcó la primera carrera del juego con un elevado de sacrificio en la segunda entrada.
Al inning siguiente Aragua completó las tres carreras que fabricaron en el encuentro gracias a un doble de Alex Romero y un hit de José "Cafecito" Martínez.
"El juego estuvo difícil, muy poca defensa pero confiamos en el bullpen y estuvo fenomenal. Mantuvieron el juego como esperábamos", reconoció el refuerzo de los Tigres.
Por segunda noche consecutiva, la tropa dirigida por Eduardo Pérez disparó al menos 10 imparables. El movimiento de carrera volvió a ser pequeño como ocurrió con México, pero en esta ocasión la suerte estuvo en el bando criollo.
Ahora a los criollos les toca descansar hoy y ver el desenlace de la primera ronda desde la comodidad del hotel.
Publicado en El Nacional, el viernes 5 de febrero de 2016.