Por Ignacio Serrano
ESPNdeportes.com
VALENCIA -- Magallanes necesita sólo dos victorias más para conquistar su tercera corona en cuatro temporadas. Dos triunfos más, para por fin anunciar la consolidación de una nueva dinastía.
Aragua espera parar la sangría al mudar la final del beisbol venezolano a Maracay, este domingo, para el tercer juego de la serie. Sus rivales buscan ponerse apenas a un lauro de alcanzar su tercer título en los últimos cuatro años.
“Es bastante bonito cuando ganas los dos primeros”, se felicitó Alex Romero, bujía ofensiva de los filibusteros. “Eso te hace pensar que es posible, en el peor de los casos, venir a jugar el sexto y el séptimo a tu casa. Eso te da alivio, pero hay que seguir jugando. Nada se ha decidido”.
Los Navegantes han mandado sin apremios, gracias a su mejor pitcheo. Han permitido siete carreras en dos encuentros, lo suficiente para mantener a raya a los Tigres e imponer su mejor ofensiva.
El bullpen de los bucaneros ha lanzado 8.0 innings en la serie decisiva contra los felinos. Tiene 4.50 de efectividad, pero eso no refleja la superioridad de los bucaneros. Lo crucial es que en siete de esos tramos, los brazos magallaneros han sacado el cero.
Eso se ha unido a una ofensiva burbujeante, que apabulló a los aragüeños en la primera jornada y los castigó en la siguiente. Una ofensiva que permitió la victoria 5 por 4 de este sábado, apuntalada por los ex integrantes de la dinastía bengalí.
Estos son los números combinados de Romero, Luis Rodríguez, José Gregorio Martínez y Ronny Cedeño, los cuatro integrantes de los Tigres que hoy defienden a los Navegantes: 16 hits en 25 turnos, para .640 de average, con 8 anotadas y 6 empujadas.
“Todo el mundo lo sabe”, sonrió Rodríguez. “Vivimos muchos títulos con los Tigres. Esta es una meta personal, le queremos dar el título a esta fanaticada del Magallanes”.
El aporte del cuarteto ha sido incluso en esos aspectos casi intangibles: han ayudado con su disciplina a exprimir a los pitchers contrarios, pues además han tomado seis boletos.
“Hemos jugado bien”, evaluó el manager Carlos García. “Cuando vinimos aquí contra la pared (en la semifinal) tuvimos dos encuentros súper increíbles y los últimos dos (en la final) han sido dos juegos consistentes. Este equipo se ve sólido a la hora de definir situaciones de apremio”.
Magallanes ha ratificado su favoritismo con bateo oportuno y mejor pitcheo. La serie ahora se muda a Maracay, la casa de los Tigres, con la obligación para los felinos de ganar cuatro juegos de los próximos cinco.
“Pero tenemos que seguir peleando”, advirtió Martínez. “No se puede dejar de pelear”.