El Emergente
Por Ignacio Serrano
Por Ignacio Serrano
Ningún grandeliga en ejercicio asistió a esa justa. La treintena de convocados salió de circuitos independientes o ligas internacionales, y algunos jugaron poco o nada en 2015, como Juan Rivera o, en menor medida, Freddy García.
Esto no los vuelve inelegibles. Varios, ciertamente, han sido animadores de la actual campaña de la LVBP. Frank Díaz, por ejemplo.
La idea de que la cuarta parte de la Vinotinto se nutra de allí, con vistas a un torneo donde jugarán muchos de los mejores bigleaguers de Estados Unidos, Canadá, Puerto Rico y la República Dominicana; una justa donde Japón y Corea del Sur participarán con escuadras bien armadas, salidas de los campeonatos profesionales asiáticos, debe causar, sin embargo, una profunda inquietud.
Primero, porque ningún federativo debería hacer declaraciones de este tipo ni adelantar decisiones que dependen, por sobre todo, del criterio y evaluación técnica de quien sea seleccionado como manager.
Segundo, porque plantear la pertinencia de agradecer a quienes fueron al Premier 12, retribuyéndoles así su entrega por el país, para usar las palabras de Zerpa, es poner plomo en las alas de un ave que está obligada a volar alto.
Tercero, porque solamente el año pasado jugaron 100 venezolanos en las Grandes Ligas. Y siendo que los mejores países tratarán de acudir con sus mejores piezas, la base de la escuadra tricolor tendría que comenzar por ese enorme grupo de nativos, que podría servir para formar no uno, sino tres rosters de 30 jugadores cada uno, y más.
Venezuela tiene pilotos muy calificados, que seguramente querrán tener la última palabra en esto. Tiene, además, el desafío de llegar a la final, luego de tres fracasos. Tiene un centenar de bigleaguers para armar una novena altamente competitiva.
Zerpa, lamentablemente, ha probado que cumple sus promesas, cada vez que suelta una idea así. No importa que no tenga mayor sostenimiento teórico. El cuerpo técnico no se renovó por años, porque había que premiar la dedicación de quienes estaban al frente del equipo y porque, llegó a asegurar, no había más estrategas nativos en las menores.
El Clásico Mundial es la máxima reunión de un deporte que es nuestro pasatiempo nacional. Un deporte que está en el habla diaria de la gente, no sólo en sus noticias, sino en el fraseo popular.
Carlos Guillén y los demás ejecutivos que están al frente de la Vinotinto posiblemente tengan un parecer más técnico que el de la federación. Sin embargo, el peso de Fevebeisbol en este tipo de decisiones puede ser crucial.
El objetivo en la próxima edición tiene que ser la conquista del campeonato. Para eso, la confección del roster tiene que empezar por una premisa muy sencilla: que vayan los mejores.
Que el mejor manager cuente con los mejores jugadores y los mejores coaches posibles, para buscar el título.
Si algún pelotero que asistió al Premier 12 cumple ese criterio, magnífico, que esté en el equipo. Lo demás será jugar en contra de la selección nacional.
Publicado en El Nacional, el jueves 21 de enero de 2015.