Freddy García al decir adiós: “No quiero lloradera”

Freddy García es un pitcher de pocas palabras. Lo suyo es subir al montículo y sacar outs. Lo ha hecho de manera tan consistente, y durante tanto tiempo, que ningún venezolano tiene más victorias que él en las Grandes Ligas. Y ahora, cuando llega la hora de la despedida, tampoco quiere ser el centro de atención.

“No quiero lágrimas. Nada de lloradera”, sonrió el derecho mirandino, nacido y crecido en El Güire. “¿Tú te despediste, Carlos Guillén? ¿Verdad que no?”.

Guillén, presidente de los Tigres, miró seriamente a García ayer, en el estadio Universitario.

El presidente de los felinos fue su compañero en selecciones nacionales y la MLB. Y lacónicamente, recordando la despedida que le organizaron en Detroit, le respondió a su amigo: “Claro que sí”.

El Jefe, ganador de 156 juegos en 15 años de desempeño en las mayores, hizo oficial su determinación, macerada durante meses. Tomó la decisión al no regresar al cielo donde tanto brilló, después de una última experiencia en el pasado spring training.

“Me retiro”, confesó. “A lo mejor me voy a jugar a México, pero después de eso me retiro. Esta es mi última temporada en Venezuela”.

Sus últimos disparos ocurrirán en Monterrey, con los Sultanes. Dice que todavía puede lanzar. Pero también que le toca estar más tiempo con su familia.

García lanzó 2.264 innings en la gran carpa, la mayor cantidad entre sus compatriotas. Lo hizo con los Marineros, Medias Blancas, Filis, Tigres, Yanquis, Orioles y Bravos, entre 1999 y 2013. Fue el primer criollo en conquistar un liderato de efectividad en las Grandes Ligas y es el único que ha ganado un encuentro decisivo en una Serie Mundial.

A pesar de ese recorrido, insiste en irse calladamente, aunque quizás le toque lanzar el séptimo juego de la semifinal contra los Tiburones. Si es así, espera ser muy elocuente, pero sobre el montículo.

“No quiero despedidas. Nada de lloradera”, reiteró.