Raúl Rivero se consolidó esta temporada como un as, gracias a su sólida cosecha como número uno de los Cardenales, pero no pudo celebrarlo con el título de pitcheo como campeón en efectividad, debido a que Patrick Johnson completó el mínimo de innings lanzados antes de marcharse de Venezuela.
La gran zafra de Rivero le dio el liderato de victorias, con marca de 7-4. Lanzó como mínimo 5.0 entradas en todas sus aperturas y fue el único lanzador con al menos 80.0 tramos.
Johnson tuvo una virtud: logró 1.57 de efectividad a pesar de trabajar mayormente en el volátil estadio Chico Carrasquel de Puerto La Cruz.
También tuvo un toque de fortuna: llegó a 51.2 actos antes de irse, superando el mínimo necesario de dos tercios por cada encuentro disputado por su club, en este caso, los Caribes.
También tuvo un toque de fortuna: llegó a 51.2 actos antes de irse, superando el mínimo necesario de dos tercios por cada encuentro disputado por su club, en este caso, los Caribes.
Rivero tuvo 2.03 de efectividad y fue escoltado por Robert Zárate (2.12 con los Tigres) y Alexis Candelario (2.16 con los Tiburones).