El Emergente
Por Ignacio Serrano
Vaya sentencia. Cuando los equipos hablan de cumplir metas peldaño por peldaño, el Almirante decidió poner la vara alta, sin importar que fuera septiembre y el campeonato aún no comenzara.
Ningún escuadra podía plantear así las cosas, más que el Magallanes.
Estos turcos, que ya aseguraron su pase a los playoffs, han estado en las últimas tres finales de manera consecutiva. No hay otro elenco con una seguidilla activa semejante, así que tiene sentido plantear que faltar a la cita sería considerado un retroceso. Sería así.
Los Navegantes derrotaron a los Cardenales en enero de 2013, vencieron a los Caribes en enero de 2014 y perdieron el tope decisivo frente a la tribu en enero de 2015. ¿Podrán llegar nuevamente en 2016?
La ausencia de Luis Blasini, uno de los arquitectos de la racha ganadora, dejaba abierta una duda, que la gerencia, encabezada ahora por Roberto Ferrari, ha sabido resolver. Esta edición de los bucaneros es sólida, y lo demuestra no tanto la vanguardia que aún disputa en la segunda mitad, como por el tercer puesto obtenido en la primera parte.
Aquel recorrido inicial fue inconsistente, con altas, bajas y sequías que causaron la preocupación en una parte de la fanaticada. Incluso así, fueron terceros con casi el mismo récord que los líderes Tiburones y Tigres.
La nave ha sabido sortear los obstáculos con esa mezcla casi única de peloteros experimentados, algunos grandeligas y varios jóvenes en pleno ascenso. Ya perdieron a los prospectos Jesús Zambrano y Antonio Senzatella, una de las razones por las que la rotación sigue siendo una interrogante. Pero dispusieron en diciembre de un lineup balanceado, gracias a la reacción de Mario Lissón, la consistencia de Luis Rodríguez y la llegada de Adron Chambers y el Goyito Martínez.
Las lesiones son un problema. Eduard Pinto estaba destinado a añadir mordiente en la alineación y parece que no jugará más. Frank Díaz, una fuerza desde que ganó la titularidad, también está lastimado.
Ferrari no oculta que la rotación es una deuda. No sería así si Mitch Lively y Chris Leroux hubieran mostrado la consistencia de años pasados, pero vienen brazos del Caribe y habrá otros disponibles en el draft.
El punto fuerte es el bullpen. Todos en la liga lo saben. En eso, los filibusteros se parecen en algo a aquellos Rojos de Cincinnati de 1990, con una ofensiva cumplidora y una rotación aceptable.
Aquellos escarlatas tenían tres cerradores para lanzar a partir del séptimo inning. ¿Los recuerdan? Fueron apodados los Nasty Boys.
Estos turcos tienen al recordman Hassán Pena, y a Bruce Rondón, Jean Machí y un Clay Rapada que prometió volver, como cabezas de un staff formidable. A este Magallanes es complicado ganarle si se llega en desventaja al tercio final.
El desafío continúa. Vienen nuevas piezas de la República Dominicana y ya no hay un round robin semifinal para ir ensamblando la divisa. Ahora son series cortas, un vértigo que a veces acaba con los favoritos.
García, sin embargo, tiene razón al lanzar el reto. Después de todo, está a sólo un título de conseguir para sus Navegantes nada menos que una dinastía.
Publicado en El Nacional, el domingo 27 de diciembre de 2015.