El Emergente
Por Ignacio Serrano
Eddie Cicotte fue uno de los mejores lanzadores de su tiempo. Hoy tendría una placa en Cooperstown, de no ser porque en 1919, durante la Serie Mundial, tiró sus pitcheos por el medio del plato, con la esperanza de que los bateadores contrarios anotaran las carreras de la diferencia.
Ciccotte es una de las caras más célebres de aquellos Medias Negras de Chicago, el equipo que decidió entregar cinco juegos, a fin de complacer a los apostadores y dar la corona a los Rojos de Cincinnati.
Fue tan grande el escándalo, que ni él ni otros siete integrantes de esa divisa pudieron regresar al beisbol, incluyendo al gran Joe Jackson, a pesar de que Jackson alegó ser inocente hasta el último día de su vida (y bateó para .375 en el clásico de otoño, lo que respalda su alegato).
El eco de ese episodio dura hasta nuestros días. La MLB acaba de ratificar la sentencia contra Pete Rose precisamente por la dureza con que se trata en las Grandes Ligas a quienes representen una posibilidad de jugar en contra.
Los Cardenales y los Leones se enfrentarán el último día de la ronda eliminatoria. Hasta ahora, ese encuentro puede ser crucial para definir la clasificación de Lara. Así que los pájaros rojos tendrían que salir con sus mejores peloteros, a ganar o ganar, ¿verdad?
No. El nuevo sistema de puntos que emplea la LVBP puede conducir a que, persiguiendo un objetivo legítimo, una escuadra salga a perder a propósito, el día final. Sí, a perder.
He aquí lo que puede suceder: la ronda eliminatoria terminará el 29 de diciembre, con los crepusculares visitando al Caracas y los Caribes de paso por Maracay; si Anzoátegui ese día está igualado en la tabla de posiciones con los melenudos, a los Cardenales podría convenirles perder ante los Leones, porque los dirigidos por Luis Dorante clasifican si la tribu queda por debajo de los capitalinos.
Esta situación aparentemente absurda se debe a que en el sistema actual no importan las victorias y las derrotas, sino la ubicación en la tabla de posiciones de cada mitad. Y a un equipo que ya no pueda escalar posiciones podría convenirle que su rival tampoco suba un peldaño. En consecuencia, podría convenirle perder contra el elenco que disputa una posición con ese rival directo al que se busca sacar de los playoffs.
Esa y muchas cosas difíciles de digerir pueden suceder con este formato por puntos.
Por ejemplo: los Tigres están clasificados desde el 15 de noviembre, porque es imposible que un elenco con 10 puntos quede fuera en el actual esquema. Por eso, Aragua entró antes que el Caracas, a pesar de que el Caracas está mejor ubicado en la tabla acumulada.
Otro ejemplo: no importa lo que pase, aunque Margarita avanzó, garantiza tener peor récord que uno de los eliminados.
Un ejemplo más: como ya no quedan juegos entre Caribes, Cardenales y Bravos, es posible que Anzoátegui quede eliminado con récord positivo de 33-30 o 32-31.
¿Saben cuántos equipos fueron eliminados con récord positivo en una temporada sin divisiones? Ninguno. La tribu sería el primero, gracias a este formato.
Publicado en El Nacional, el jueves 24 de diciembre de 2015.