El Emergente
Por Ignacio Serrano
El draft de la regla 5 siempre ha sido noticia para Venezuela, desde que Manny Trillo fue tomado por los Atléticos en su capítulo de ligas menores, cuando Trillo todavía era receptor y no soñaba con ser miembro de nuestro Salón de la Fama.
Trillo llegó a las mayores con Oakland, aunque fue con los Cachorros y sobre todo con los Filis que tocó el cielo con las manos. O con el guante, habría que decir, tratándose del mejor camarero criollo de todos los tiempos.
El draft de la regla 5 tiene varias escalas: se realiza el último día de cada Mitin Invernal, comenzando por el capítulo de Grandes Ligas y yendo luego a triple A y doble A.
Su fundamento es muy sencillo. Los equipos pueden tomar a precio de baratija cualquier jugador no protegido, en el entendido de que ellos sí tienen lugar para él en una categoría superior.
Balbino Fuenmayor parecía el predestinado. Lo asegurábamos acá, pero también lo decían Baseball America, MLB.com, ESPN.com y MiLB.com. Demasiados analistas opinando igual, para no considerar la sorpresa de ver a los clubes pasar de largo.
Al final fue Deolis Guerra, no “Balbineitor”, el nativo seleccionado esta vez. Doble sorpresa, aunque justificada escogencia por parte de los Ángeles.
Es apenas la tercera oportunidad en que un pelotero del patio con experiencia previa en la MLB es tomado en el draft de la regla 5.
Le pasó primero a Ramón García. Después de dos fallidas experiencias arriba, fue tomado por los Astros y se convirtió en sólido abridor de esa divisa en 1997, que resultó su último torneo, por la aparición de las lesiones.
Le pasó también a Alejandro Machado, ¿lo recuerdan? Fue un buen shortstop con cierta vocación ofensiva, bateador de líneas y buen conversador. Caraqueño y de los Leones, ya había jugado con los Medias Rojas en 2005, cuando Boston le dejó fuera del roster de 40 y saltaron los Mellizos para tomarle, en diciembre de 2006.
Machado nunca pudo estrenarse arriba con Minnesota. Aquella en el Fenway Park fue su única experiencia, porque por esas fechas se lesionó el brazo y su carrera se descarriló, lamentablemente. Hoy está en el retiro.
Los demás, desde William Cañate hasta Odúbel Herrera, pasando por Johan Santana y Endy Chávez, tuvieron su primera oportunidad en las mayores gracias a la regla 5.
Guerra es una buena pieza. Tiene control y un efectivo cambio de velocidad, que le hacer ver efectivo ante los bateadores zurdos. No le fue bien en su primera experiencia arriba, con los Piratas, pero parece un buen candidato a quedarse.
Será un desafío mayor. El oeste de la Americana es tan complejo como el centro de la Nacional, con algunos estadios especialmente ofensivos. Pero está sano, tiene la experiencia y las herramientas.
¿Y Fuenmayor? ¿Qué pasó con Balbineitor? A su edad y con esos números en doble A, parecía seguro que le tomarían. Había dos limitantes, que al parecer privaron: su salud, pues se recupera de una cirugía en la rodilla, y su posición.
Vaya un ejemplo. Los Filis al parecer estuvieron tentados en adquirir al slugger criollo, pero no tenían donde ponerlo, pues tienen ocupada la inicial y el toletero derecho no defiende otro rincón en el diamante.
No había, al parecer, un equipo con una vacante en primera o en el rol de designado. Y como no ha probado ser capaz de ir al left, se mantuvo con los Reales.
Le tocará graduarse en Kansas City, con obstáculos importantes: Kendrys Morales y Eric Hosmer.
Fuenmayor tiene tanto o más poder que ellos. Pero tendrá que demostrarlo.
Publicado en El Nacional, el sábado 12 de diciembre de 2015.