El Emergente
Por Ignacio Serrano
Listo. Asdrúbal Cabrera tiene el contrato multianual que buscaba. No es de largo plazo, pero al menos le atará a su nuevo equipo por dos, quizás tres años.
Llega a una gran ciudad. Mejor que Cleveland, incluso Washington. Sin duda mejor que St. Petersburg, la sede de Tampa Bay. Estará en Nueva York y con los Mets. Un equipo ganador, en el centro del mundo.
Y será shortstop.
El previsible acuerdo entre Cabrera y los metropolitanos pone fin a la incertidumbre del anzoatiguense y tal vez a la de los Leones del Caracas, que esperan ahora su incorporación. Abre nuevas preguntas, sin embargo.
¿Qué ocurrirá con Wilmer Flores? El antiguo prospecto de los neoyorquinos se hizo célebre en el Citi Field al casi ser cambiado, en julio de este año. Terminó siendo el campocorto del campeón de la Liga Nacional en la Serie Mundial.
La duda en principio estaba en saber cuál posición jugaría Flores en 2016. Si su escuadra adquiría a Ben Zobrist, se quedaría en las paradas cortas. Si era Cabrera, le tocaría mudarse a la intermedia. Ahora no tiene dónde jugar.
Sandy Alderson consiguió nueva llave de dobleplays en cuestión de horas. Antes de firmar a Cabrera, tomó de los Piratas al camarero Neil Walker, entregando por él al lanzador Jonathan Niese. Es mucho pagar para no tener claro quiénes serán los titulares.
A Flores sólo le queda esperar un lugar en la banca, donde ayudar en caso de lesión, o mudarse al outfield, suponiendo que Lucas Duda es inamovible en primera.
O le queda un cambio de equipo. Quizás sea la alternativa más plausible, por el futuro que aún le queda, el dinero que costó y el talento que traería de vuelta. ¿Recuerdan julio? Iba a permitir que Carlos Gómez fuera el center de los Mets y él pasaría a ser el tercera base de los Cerveceros, posiblemente hasta hoy, inclusive.
Está por verse qué impacto tendrá en Cabrera el jugar la mitad de sus encuentros en el amplio Citi Field, un parque para lanzadores. Y disputar la otra mitad lejos de los amigables confines del Yankee Stadium, Fenway Park, Rogers Centre y Oriole Park, escenarios del este de la Liga Americana, con tendencia a favorecer a los bateadores,
El nativo de Puerto La Cruz levantó su carrera esta temporada, luego de un progresivo declive en Cleveland y una parada relativamente discreta en Washington.
Ya no da tantos jonrones, como en sus primeros tiempos, Tampoco hace tantas jugadas con el guante. Mejoró sus números al campo y con el madero a su paso por los Rays, pero llega a su nuevo destino con una sombra en las estadísticas.
Sólo ha consumido 28 apariciones en el Citi Field, con una línea de .217/.357/.478, con tres dobles y un jonrón.
Los números de poder son auspiciosos. Además, el estadio de los metropolitanos tiene unos pies menos que en 2014 y habría que suponer que el departamento de análisis numérico de Alderson sacó cuentas y evaluó escenarios. No de balde él fue el primer cultor de la sabermetría en las oficinas de la MLB, maestro, mentor y antecesor de Billy Beane en Oakland.
Faltan pocos meses para el inicio del nuevo campeonato y uno de los principales agentes libres venezolanos ya tiene equipo. Queda resuelto ese interrogante.
Resta por ver ahora cómo le irá a Cabrera en su nuevo hogar.
Publicado en El Nacional, el viernes 11 de diciembre de 2015.