El Emergente
Por Ignacio Serrano
Víctor Martínez |
El zuliano tenía .201 de average, apenas cuatro jonrones y una base robada.
No son las estadísticas que podrían esperarse de un campeón bate de la Liga Nacional. CarGo lo fue en 2010, con los Rockies. Tampoco son los registros de un habitual candidato al 30-30, esa rara combinación que sólo Bob Abreu ha logrado entre los venezolanos.
Quizás fuera uno de esos bajones causados por la falta de ritmo. Tal vez sufriera todavía por la inactividad sufrida en 2014.
Las cifras que hoy muestra el nativo de Maracaibo no son espectaculares. Su línea ofensiva es de .258/.315/.455. Pero todo cambia al ver lo que ha hecho desde que despertó, aquel 27 de mayo.
González disputó 45 juegos a partir de entonces, sin contar el choque del viernes. Su línea ofensiva en esas 178 apariciones legales es brillante, la del recordado campeón bate, con .307/.343/.572 y 10 jonrones. Su OPS de .915 es estelar.
Quizás no aparezcan equipos interesados en adquirirlo antes del 31 de julio, por el tamaño de su contrato. Pero algo está muy claro: CarGo está de vuelta.
Víctor Martínez fue inscrito en la lista de incapacitados el 19 de mayo. Luego de disputarle el liderato de bateo a José Altuve y ser candidato al Jugador Más Valioso, cayó lesionado antes de reportarse al spring training y pasó casi cuatro meses afectado.
Ni siquiera la cirugía en la rodilla remedió los males. Puede que fuera por apresurar su regreso a la acción, el caso es que no podía conectar bien al batear a la zurda.
El guayanés pasó un mes entero en la lista de incapacitados. Reposó, tuvo tiempo de sanar. Finalmente, volvió al juego el 19 de junio.
Su línea de .216/.308/.270 no se parecía en nada a lo que había hecho a lo largo de su carrera. Pero Martínez disputó 29 cotejos desde entonces, antes del viernes. En ese lapso, fue al home 130 veces. El inofensivo bateador había desaparecido. Desde el comienzo, dio muestras de vigor y aún no para.
En esos 29 choques, el toletero ambidiestro ligó para .311/.354/.516, con 10 dobles, 5 jonrones y 20 empujadas. El V-Mart de siempre, el que tanto echaban de menos en Detroit.
Rougned Odor desestimó en marzo los efectos perjudiciales que supuestamente sufren los jóvenes en su segundo año de servicio. Se sentía bien, tenía garantizada la segunda base de los Rangers y el futuro le pertenecía.
Un mes después de iniciada la zafra, el camarero fue enviado a triple A, Bateaba para .144/.252/.233, con un vuelacercas. Era el peor bateador entre todos los jugadores regulares de las Grandes Ligas.
Odor consiguió el ritmo perdido a poco de reportarse a la principal filial de Texas. Desde entonces, no cesa de producir. Fue subido el 15 de junio y se fue de 3-3. Algo bueno estaba empezando.
Ya no hay dudas de que es así. Contando hasta el viernes, el zuliano ha sido uno de los toleteros más peligrosos de las mayores, con una línea de .370/.408/.648 y 16 extrabases, incluyendo cuatro triples y cinco cuadrangulares.
Al igual que CarGo y V-Mart, pasó de la oscuridad a la luz sin darle tiempo de adaptación a los pitchers rivales.
Publicado en El Nacional, el sábado 25 de julio de 2015.