El Emergente
Por Ignacio Serrano
Omar Vizquel acaba de decir que se siente listo para dirigir. Que le gustaría tomar las riendas de la selección nacional. Que no le sacaría el cuerpo a la Vinotinto en el Clásico Mundial de 2017.
Vizquel no tiene por qué ser una propuesta obligada para conducir a la escuadra local. Después de todo, su experiencia como estratega aún es nula y hay otras opciones, si evaluamos el cada día más nutrido contingente de candidatos.
Importa más la respuesta del inamovible presidente de la Federación Venezolana de Beisbol, Edwin Zerpa. Interrogado por un colega, Zerpa replicó que la oferta del ex campocorto era interesante, pero que él estaba buscando un timonel que estuviera al frente de la selección nacional no solamente en el Clásico Mundial, sino en cada competencia federada: Panamericanos, Centroamericanos y Juegos del Alba, por citar tres.
Esa respuesta augura dos cosas: el estado de cosas en la Vinotinto se mantendrá para 2017, posiblemente con el mismo cuerpo técnico, y ningún candidato será evaluado rigurosamente para ejercer el cargo que desde 2006 ha sido de Luis Sojo.
Nunca como en 2015 ha habido más estrategas venezolanos en las ligas menores: alrededor de 30. A esa pléyade de candidatos, que encabezan nombres tan serios como Alfredo Pedrique, ex piloto de Grandes Ligas, y Carlos Subero, Manager del Año en su circuito esta temporada, hay que agregar un nutrido grupo de coaches de las mayores, entre quienes se cuenta el propio Vizquel.
Porque ser parte del cuerpo técnico de una divisa en la MLB debería ser suficiente cartel para ser tomado en cuenta.
Muchos mandamases de la gran carpa dan el paso definitivo desde el cargo de coach. Acaba de ocurrir con Dave Roberts, designado al frente de los Dodgers, pese a no tener experiencia como timonel.
Hay más y mejores ejemplos. El propio Oswaldo Guillén saltó de la caja de tercera base con los Marlins a la oficina de los Medias Blancas en el clubhouse de US Celullar Field, en 2004. Nunca había tenido esa responsabilidad, en ningún nivel. Pero formar parte de un staff es un entrenamiento, allana el camino para asumir una responsabilidad más grande, si además se tiene un talento innato, como lo tenía el mirandino.
Guillén debería ser el primer nombre en boca de nuestros federativos. Se lo ha ganado por su trayectoria y resultados. Junto a él, deberían aparecer citados Pedrique, Vizquel, Subero, Eduardo Pérez, Luis Dorante, Henry Blanco y tantos otros que dirigen en las granjas o trabajan en las mayores.
Zerpa, en cambio, vuelve con el argumento pequeño que alude a la búsqueda en general de un piloto para la Vinotinto, tanto para el Clásico como para las competencias regionales que involucran a la selección nacional.
Esto es absurdo. Los peloteros que asisten a esas competencias no son los mismos. El estatus de cada cita es diferente. Obligar al dirigente de la novena a comprometerse con el Ciclo Olímpico es desconocer la realidad misma de este deporte. ¿Se imaginan a Manny Acta renunciando a sus demás responsabilidades para asegurarse el mando de la República Dominicana en los Centroamericanos y del Caribe? Para eso hay otros candidatos. Acta está para la grande.
Vizquel quiere ser manager. Qué bien. Lo lamentable es que no haya otros más que deseen ser presidentes de la federación.
Publicado en El Nacional, el sábado 28 de noviembre de 2015.