El Emergente
Por Ignacio Serrano
Johermyn Chávez fue un prospecto importante en nuestra pelota, un recluta que llegó a dar 32 jonrones en una temporada de ligas menores, en clase A. Francisco Buttó es uno de apenas dos lanzadores con más de 80 salvados en la LVBP. ¿No valen entre ambos lo que vale René Reyes?
El cambio realizado esta semana entre las Águilas y los Caribes creó polémica. Hace días dedicamos una columna al potencial que todavía puede ofrecer ese viejo guerrero que es Reyes y al aporte que puede hacer a la causa de la tribu.
La transacción que ocurrió de inmediato entre Aragua y Magallanes nos dio 24 horas adicionales para sopesar el acuerdo inicial desde más allá de lo obvio. Porque no es gratuita la crítica que desde algunos frentes se levantó contra la decisión del Zulia, así como tampoco es fútil la argumentación del alto mando al negociar y entregar a un pelotero con ciertas posibilidades a cambio de dos jugadores que en este momento no pueden mostrar una cosecha esperanzadora en la campaña actual.
¿Por qué salen de Reyes los occidentales? Obligados por las circunstancias. Dijo alguna vez el recordado Rodolfo José Mauriello que en Venezuela los cambios se hacen por odio, y algo de eso hay en este caso.
El ex grandeliga no estaba a gusto en Maracaibo. Quería jugar en el outfield, ocupar un espacio que allá no tenía. Las Águilas no estaban obligadas a cambiarlo, pero dejarlo a disgusto en la cueva podría ser causa de molestia general, podría atentar contra el desempeño global de la divisa.
No siempre es así. Yangervis Solarte pidió públicamente ser cambiado por los Tigres. Los felinos no han querido entregarlo, a menos que alguien ofrezca algo comparable a su talento. ¿Por qué no lo regalan? Porque Solarte no está en el dugout. En su casa, no daña a nadie. Si alguien quiere pagar lo que vale, que lo pague. Si no, se queda en Maracay.
Es un caso distinto al que nos comentaba un ejecutivo de la LVBP, explicando off the records un cambio con otra novena. Ese directivo decidió salir de una figura importante en su club, porque temía que, al perder protagonismo, ese astro se convertiría en una influencia negativa en el clubhouse. Por eso aceptó menos a cambio. Perdió a corto plazo, pero ganó en el largo, al mantener la armonía en el dugout.
Quizás la incomodidad de Reyes era un peligro potencial. A diferencia de Solarte con los Tigres, él sí iba a estar todos los días en el estadio, hablando sobre su situación con sus compañeros.
Buttó es uno de los mejores cerradores en la historia de la LVBP. No llegó a las Grandes Ligas, pero aquí se convirtió en estrella. Entre él y Víctor Moreno aseguraron seis títulos para los Tigres. Todavía podría llegar al centenar de salvados.
Chávez está por cumplir 27 años de edad. Todavía podría quedarle camino por recorrer.
Uno y otro, sin embargo, están delante de una encrucijada. Últimamente no han podido poner los números que justifiquen la esperanza de verles por mucho tiempo más en la LVBP. Están a prueba. Es el ahora o nunca para los dos.
Para Reyes es distinto. Todavía parece quedarle algún cartucho por detonar, como acaba de demostrarlo en México. Pero así son los cambios en el beisbol. Así son las apuestas que pueden hacerse cuando se tienen las manos atadas, como Zulia parecía tenerlas con Reyes.
Publicado en El Nacional, el viernes 27 de noviembre de 2015.