El Emergente
Por Ignacio Serrano
Falta menos de dos años para que los Eternos Rivales coincidan en un gesto de grandeza que dará mayor raigambre, beneficio y abolengo a la relación deportiva más extraordinaria, entrañable y longeva que se haya vivido en nuestro país.
Quedan, contados a la medianoche de hoy miércoles, un año bisiesto y 364 días para el 26 de octubre de 2017.
En esa fecha cumplirá 100 años el primer Magallanes.
Ninguna institución atlética de aquellos tiempos sobrevive. Desaparecieron en nombre y tradición Los Samanes, el Royal, Royal Criollos y Santa Marta. Desaparecieron el Vargas, el Independencia, el Venezuela y tantas otras divisas que, antes y después de 1917, engalanaron en esta tierra los inicios del deporte organizado y, muy especialmente, del beisbol.
El centenario de los turcos será la ocasión ideal para enterrar la única diferencia real que ha separado a los altos mandos de Navegantes y Leones en lo que va de siglo.
Recordamos la brecha cuando Johnny Villarroel, jefe de esta sección en El Nacional, nos preguntó el lunes, a propósito del trabajo que el colega Víctor Gómez hacía para presentar el tope entre los Eternos Rivales, pautado para ayer, en el estadio Universitario.
“¿Cuál es la serie particular que tomamos como buena? ¿La que dice el Caracas o la que dice el Magallanes?”, preguntó Johnny.
Quien no quiera reconocer al Caracas como una misma entidad, nacida en 1942 como Cervecería y persistente hoy como Leones, no podrá celebrar en 2017 los 100 años de la nave. Y eso sería una lástima, porque implicaría dejar de festejar un capítulo esencial de nuestra historia como nación.
El Magallanes de 1917, desaparecido un año después, no tiene nada que ver con el que surgió en 1928, salvo el nombre rescatado por uno de sus refundadores. Es este último el que se hace popular y se convierte en fervor, en legión, en por lo menos una cuarta parte de Venezuela, si tomamos por bueno el conteo más o menos cierto de que los Eternos Rivales son medio país, dejando la otra mitad para las demás banderías.
Es el Magallanes de 1928, desaparecido en 1956 y nuevamente resucitado en 1964, el que prende en los corazones de las gentes y se enzarza en duelos inolvidables, especialmente con el Royal Criollos.
Es la existencia del Magallanes lo que permite la rivalidad actual, por aquel ardid cuasi publicitario de don Martín Tovar Lange, retomando el purocriollismo para alardear una supuesta herencia del Royal que no era tal, a fin de captar fanatismos y aumentar su base de aficionados. Lo logró con creces, ¿verdad que sí?
Magallanes era necesario para el Caracas en 1942, a fin de poder sacar punta de la rivalidad anterior; la que en ese instante era la “verdadera rivalidad”.
Esta maravillosa sucesión de anécdotas, tradiciones y leyendas queda en riesgo si lo que importa es contar la serie particular desde 1952 o desde siempre. Si eso importa, se emborrona el verdadero origen de esta fiesta nacional y se emborrona el aniversario de un equipo, el actual, que en realidad no nació en 1917, sino varios años después.
Lo que importa es la herencia, el legado y el amor de sus seguidores. Importa este brindis de bromas y afectos, esta eterna rivalidad que hoy vive porque Caracas es Caracas desde 1942 y porque Magallanes existe desde hace casi 100 años.
Publicado en El Nacional, el miércoles 28 de octubre de 2015.