La inflación más alta del planeta hace caer la asistencia de fanáticos en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional
CARACAS. Los Leones del Caracas y los Navegantes del Magallanes son más que una eterna rivalidad. Son, también, la salvación de la taquilla de otros equipos en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
A donde van estas divisas, llenan gradas y tribunas. La mitad de los aficionados del país suramericano son simpatizantes de uno u otro equipo, según los más serios estudios de opinión.
En las oficinas de los Cardenales de Lara prepararon con entusiasmo la segunda visita del Magallanes, este mes. El primer choque contra la nave, el 15 de octubre, convocó a 12.300 aficionados, casi la totalidad del aforo del estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto.
“Ese jueves, la asistencia fue muy buena”, recordó Carlos Miguel Oropeza, gerente general de los pájaros rojos. “Estábamos celebrando nuestros 50 años en la liga y anunciamos que las primeras 2.000 damas entrarían gratis al parque”.
Apenas 6.000 personas, “en números redondos”, pagaron para ver al Magallanes en su segunda visita a la ciudad de los crepúsculos. “Fue una cifra muy reducida, ciertamente”, reconoció Oropeza. “Contra ellos, nunca bajábamos de 9.000 o 10.000 entradas vendidas”.
Hay preocupación
Varios equipos en la LVBP están preocupados por la asistencia a los estadios en esta campaña. En medio de una importante crisis económica, con la mayor inflación del mundo, cifrada en casi 200 por ciento anual por agencias calificadoras de riesgo y en 85 por ciento por el propio presidente Nicolás Maduro, parece en peligro una de las principales vías de financiamiento para los clubes.
“Por supuesto que nos preocupa”, admitió Luis Ávila, presidente del Caracas. “Hemos tenido una tendencia creciente en la asistencia durante bastante tiempo, y hay una merma en los cuatro primeros juegos como home club, correspondiente a 29 por ciento”.
Más de 2,5 millones de tickets se vendieron durante la campaña 2014-2015. Cada encuentro de la LVBP promedió poco más de 9.000 boletos. Los Leones encabezaron la lista, con 13.732 espectadores cada día.
“La venta ha bajado”, admitió Domingo Fuentes, encargado de la taquilla de los Tiburones de La Guaira, el otro conjunto de la capital. “Por fortuna, las ventas de abonos subieron y, gracias a eso, nuestro promedio se mantiene. El año pasado teníamos 4.336 abonados y este año subimos a 5.570”.
Los abonados pagan por adelantado un paquete de entradas, usualmente todos los de su elenco como homeclub, y así garantizan un aporte que, de otro modo, dependería de cada jornada y de cada rival.
El 20 de octubre, por ejemplo, La Guaira declaró una asistencia de 6.100 fanáticos en un choque contra los Bravos de Margarita. Sacando a los abonados, en la jornada sólo se colocaron 530 tickets más.
“La asistencia no ha sido mala del todo, pero ciertamente ha bajado”, reconoció Oropeza.
Quizás no sea así en todas las plazas. Margarita ha visto mejores resultados, aunque ocupa año a año las últimas casillas de la LVBP en ventas.
“Nuestra primera semana fue mejor que en años anteriores”, apuntó Manuel Rodríguez, gerente de los neoespartanos. “Eso, con el detalle de que los Leones han visitado la isla en la primera semana de manera recurrente en estas últimas temporadas”.
Es un alivio que pocos comparten. El Caracas colocó 49.099 boletos en sus primeros tres juegos del campeonato pasado y en esta oportunidad vendió 32.536.
La merma caraquista “debería estar alrededor de 30 por ciento”, reconoció Ávila, para quien la pelota en Venezuela está en riesgo, pues la situación financiera de la divisa y de la liga “no es favorable. Es preocupante a futuro”.
“Un hotel que antes nos costaba 8.000 o 9.000 bolívares por habitación, hace un año, ahora cuesta 30.000 o 40.000 bolívares”, explicó Oropeza. “El alquiler de un autobús estaba en 5.000 bolívares por día y pasó a 25.000 o 30.000. Los precios cambian casi semanalmente. Y cuando sales a comprar vasos de plástico o papel higiénico o artículos de limpieza, corres el riesgo de no conseguir y tener que comprar a los revendedores por un precio 500 por ciento mayor”.
Inflación en el diamante
La inflación también ha llegado a los parques. La boletería se incrementó muy por encima de 100 por ciento en todos los escenarios y los precios de los alimentos dieron un salto importante.
Las cotufas o palomitas de maíz pasaron de 70 bolívares en la 2014-2015 a 350 bolívares en el estadio Universitario. Los pepitos, esos sándwiches rellenos de carne o pollo picado, saltaron de 200 a 1.200 en algunas plazas.
La arepa, alimento por antonomasia en Venezuela, cuesta en promedio 500 bolívares.
El periodista Gabriel Rodríguez precisó en un reportaje que con esos 500 bolívares era posible comprar, hace 12 meses, una arepa más una soda, un hot dog, una cerveza y una ración de tequeños, pequeños trozos de queso envueltos en una masa de harina de trigo, muy populares en el país.
“No todo subió en el mismo porcentaje”, advirtió Rodríguez, que escribe en el diario Líder en Deportes. “Pero los propietarios de las ventas de comida reconocen que la clientela ha bajado. Hay que llevar mucho dinero a un juego y eso está impactando en la asistencia, estoy seguro. Es el país, no solo el beisbol. Pero es un hecho que está afectando”.
Mate González compraba el abono de los Leones campaña tras campaña. Esta vez no lo hizo.
“Es impagable”, razonó González. “Sacamos la cuenta y gastaríamos por lo menos 3.000 bolívares por juego entre estacionamiento, comida y bebidas para dos personas”. El sueldo mínimo en Venezuela, también el más común, es de 9.648,18 bolívares mensuales.
Ávila recordó que otros aspectos pueden estar afectando la asistencia en el Universitario. La remodelación que hacen las autoridades nacionales en una de las principales autopistas de la capital ha hecho que la entrada y salida al escenario sea lenta e incómoda. La inseguridad es otro aspecto mencionado.
“Es temprano todavía, pero habrá que ponerse creativos”, aceptó el ejecutivo.
Una fuente en la oficina de los Tiburones admitió que bajar los precios de las entradas es una posibilidad. La preocupación persiste.
“¿Es la inflación un problema solamente del beisbol y de Caracas?”, preguntó Ávila. “¿Se trata de un caso aislado?”.
Con las cuentas que ofrece Oropeza, queda claro que no. Parece que ni el Magallanes garantiza hoy un éxito de taquilla en Venezuela.
En cifras
2,7 millones
En la temporada pasada de la LVBP se vendieron 2.666.412 boletos, o lo que es igual, 5,1 por ciento más tickets que en la campaña 2013-2014
Un dato
Es complejo calcular el precio internacional que debe pagar un aficionado en los parques de Venezuela. Depende si se usa el dólar subsidiado a 6,30 (que maneja el estado), la tasa cercana a 199 que en ocasiones se consigue a través de la banca o el precio libre del mercado negro, que fluctúa entre 700 y 800 bolívares por dólar. Así, la entrada más cara en Barquisimeto puede costar 3 dólares, pero también 397, según la tasa que se use como medición
Una frase
“Los dólares recibidos (al cambio de 6,30 bolívares) tienen como único objetivo los sueldos y salarios del personal importado, transporte aéreo desde el exterior y gastos de preparación en moneda extranjera. No pueden aplicarse a gastos de operación pagables en moneda local”
Luis Ávila
PRESIDENTE DE LOS LEONES
Publicado en Diario Las Américas de Miami, el lunes 26 de octubre de 2015. Revisa aquí el original.