El Emergente
Por Ignacio Serrano
¿Ustedes vieron la jugada? Josh Donaldson hizo un swing largo, soltó la mano derecha, y el bate golpeó de lleno a Salvador Pérez en los nudillos de la mano izquierda.
Pérez dio un respingo. Fueron visibles los gestos de dolor y debió ser atendido por el trainer de los Reales. Sucedió el viernes, en el primer juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
Ese día dio un jonrón, fue figura y terminó siendo el entrevistado de FOX Sports al final del encuentro.
MLB TV realizó el fin de semana un pequeño videoreportaje a propósito del episodio. El manager Ned Yost y varios compañeros, como Lorenzo Cain y Luke Hochevar, ponderaron el aporte del carabobeño, más allá del box score.
Cain resaltó su resiliencia: “Yo no habría podido seguir jugando”. Hochevar habló de cómo el venezolano hace yunta con sus lanzadores. Yost destacó lo que el careta aporta a diario, su liderazgo y presencia en el clubhouse.
Kansas City es un equipo joven, guerrero, feliz. Una escuadra de gran defensa, agresiva en el home, con un grupo que sigue ganando experiencia y que disfruta el placer de competir.
Todo eso se refleja en el modo de ser de este carabobeño, que con apenas 25 años de edad ya ha ido a tres juegos de estrellas y está por ganar su tercer Guante de Oro y su primer Bate de Plata.
Es el receptor de los Reales que ha puesto out a más corredores entre las bases, sorprendidos fuera de las almohadillas; el que ha dado más cuadrangulares en una temporada al usar los aperos, 21, en este 2015 que todavía promete.
Pérez acaba de imponer un tope personal con esos 21 bambinazos, llegó por tercera vez en su carrera a por lo menos 70 empujadas, y su mayor aporte, sin embargo, sigue siendo su defensa y cacicazgo.
Es el sucesor del boricua Yadier Molina, a quien las lesiones y la edad han hecho dar un paso atrás en su posición privilegiada como número uno en las mayores. Puede que ese lugar ahora lo tenga el nativo.
Pérez aún está en la curva ascendente del desarrollo deportivo, lo cual entusiasma. Es fuerte, físicamente, y va a ser mejor, conforme se acerque a los 30 años de edad.
Posiblemente batee más. En los últimos torneos ha tenido grandes primeras mitades y un bajón en la segunda parte. No es casual. Ningún mascoteador disputa 150 o 142 juegos, como él en las últimas dos zafras, sin pagar un impuesto en forma de cansancio y menos producción. ¿Se imaginan sus promedios cuando dispute sólo 130 compromisos por torneo?
Bateará más, además, porque va a seguir aprendiendo. Aún está en ese proceso, y eso no incluye un aspecto crucial para los peloteros de su oficio, esa sabiduría para llevar el juego, que Baudilio Díaz, Ramón Hernández, Henry Blanco y Miguel Montero fueron adquiriendo con cada cumpleaños.
La cara más alegre de esta historia refrescante que siguen siendo los Reales lleva el apellido del valenciano. Es el más buscado para las entrevistas. El principal bromista, a quien sus compañeros entregaron un termo vacío de Gatorade al final de la fase regular, como premio para quien más veces les vació encima la bebida en transmisiones de TV en directo.
Pérez hoy es la gran figura de Kansas City. El catcher más importante de las Grandes Ligas. Y uno de los peloteros que más placer genera entre los aficionados, con su manera de jugar.
Publicado en El Nacional, el martes 20 de octubre de 2015.